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Desmintiendo mitos, los inmigrantes aportan mucho más a España de lo que reciben. Según refleja un informe de a UGT, las cotizaciones sociales a la Seguridad Social serían de un 10% menos sin la población inmigrante.
Este informe ha sido presentado junto a la campaña '#TrabajoLibreDeBulos' que busca sensibilizar el ámbito laboral contra “los discursos falsos o tergiversados que fomentan prejuicios y rechazo hacia la población inmigrante o las personas extranjeras”. Así lo ha explicado la vicesecretaria General de UGT, Cristina Antoñanzas, “si nuestro país no tuviera inmigración, humanas y sociales. Tendríamos menos población activa, menos habitantes, menos pensiones y una ciudadanía más envejecida”.
Por otro lado, Ana María Corral, responsable confederal de Migraciones ha señalado que se encuentra preocupada por, “el auge de la ultraderecha a nivel europeo y el aumento de los bulos en las redes sociales". "Sin la inmigración, tendríamos un invierno no solo demográfico, sino también social y económico”.
Corral ha resaltado que "sin la población extranjera, habría menos cotizaciones a la seguridad social y menos ingresos vía IRPF". "Teniendo en cuenta que los ingresos totales de la Seguridad Social por cotizaciones sociales en el año 2018 fueron de 108.308.470.000, si le restamos tanto la cotización de trabajadores y trabajadores extranjeros como la de sus empleadores, la cifra disminuiría hasta los 97.492.683.974 euros, un 9,9% menos (10.815.786.026 euros)", ha apostillado.
Finalmente, se ha puesto de manifiesto que en relación con los ingresos tributarios por IRPF, "en 2018 el total fueron de 82.859.000.000 euros. Sin la tributación de trabajadores y trabajadoras extranjeros, se hubiera perdido un 4,5% de la recaudación y ésta hubiera alcanzado los 78.323.567.404 euros", según ha insistido.
En este contexto, UGT ha lanzado a nivel nacional esta campaña que se desarrolla mediante talleres y conferencias. La iniciativa pretende contrarrestar los discursos excluyentes que cuestionan la presencia de población de nacionalidad extranjera, consideran negativa la inmigración y, por tanto, el aporte presente y futuro de la población que ésta supone. De hecho, Antoñanzas ha destacado que sin el aporte de la población de nacionalidad extranjera y de la nacionalidad española nacida en el extranjero, "la población total de España apenas se habría incrementado en un millón de personas en 21 años".
"Esto tendría un efecto demoledor en la población activa", ha afirmado. En el tercer trimestre de 2019, "con un total de 23.088.700 personas en edad activa, 3.011.200 tenían nacionalidad extranjera y 819.300 nacionalidad española y otra nacionalidad, principalmente como resultado de un movimiento migratorio, según ha precisado. Además, tal y como ha remarcado, "la migración es el único elemento que palia el envejecimiento" en España.
Finalmente, en el estudio se detalla que el gasto de los hogares descendería el 9,2% sin la población extranjera y ello teniendo en cuenta que su gasto es menor al de los españoles, debido a su menor renta (6.715 euros frente a 12.282 de los nacionales) y mayor tasa de pobreza (que llega al 50%).