La falta de deseo en una de las partes de la pareja, según una experta: "Es la dinámica del gato y el ratón"

Una experta analiza los principales problemas sexuales de los españoles
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¿Qué problemas sexuales son los más comunes entre las parejas? ¿Es realmente la cantidad un motivo de preocupación? Existen muchos mitos acerca de las relaciones sexuales y también hay muchos problemas silenciados, porque se habla poco de sexo en pareja y fuera de la pareja, a no ser que sea un entorno muy cercano y de confianza. De hecho, aunque el sexo sea un problema, es lo último que se trata en la terapia de pareja porque suele ser un tabú y genera mucha desconfianza abrir esa puerta. Pero detrás de un problema puede haber una crisis en la relación y que ese solo sea la punta del iceberg.

Lo curioso es que a los españoles, aunque no hablemos de sexo, sí nos importa. Así lo revela la última encuesta realizada a 3.856 personas por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ‘Relaciones sexuales y de pareja’, y publicada en 2025. Según muestra el estudio, el sexo es importante para el 84,8% de los varones y para el 69,4% de las mujeres. Y lo más interesante: el 63% de los encuestados considera que es muy o bastante importante tener pareja para tener una vida satisfactoria y, siete de cada diez se encuentra actualmente en una relación.

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La dinámica del gato y del ratón

Pero, ¿qué problemas suelen tener las parejas en las relaciones sexuales? Una de las más comunes, tal y como explica, la psicóloga especializada en relaciones de pareja, Alicia González, es la dinámica del gato y del ratón. En su libro 'Parejas Mejores' (editorial Montena) dedica precisamente un capítulo a este tema y a esta dinámica tan común. "El gato que es el perseguidor, suele tener un deseo más espontáneo, por ejemplo, se suele excitar al ver a su pareja en ropa interior (es más común que esto suceda en hombres, pero no en todos los casos), mientras que el ratón tiene un deseo más reactivo, eso quiere decir que necesita contacto para excitarse. Un activador puede ser que la pareja le toque o le bese. Erróneamente creemos que el gato tiene una libido más alta, pero no es así".

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Este tipo de dinámica, que ella ve habitualmente en consulta, genera mucha frustración y suele provocar problemas: "Cuando el gato constantemente va detrás se siente poco deseado, siente que es pesado, piensa que a su pareja no le apetece tener sexo, etc. Y es normal que el ratón se sienta agobiado, y lo que suele pasar es que este deja de ser cariñoso. El ratón se siente muy culpable constantemente y deja de acercarse al gato. Es una dinámica que suele intensificarse: el gato suele buscar más y el ratón se cierra más en banda", explica la psicóloga en una entrevista para Informativos Telecinco. ¿Cuál es la solución? Pues seguramente no es la que los gatos querrían...

"Para que esa situación se desbloquee, el gato debe dejar de buscar al ratón, para que este pueda sentirse libre y no acorralado. ¿Qué es lo que yo recomiendo? Prohibir el sexo durante un tiempo", añade. Cuando se prohibe el sexo, y ambas partes están de acuerdo, suele ocurrir que el ratón empieza tímidamente a acercarse al gato, porque sabe que el gato no va a pensar que después de un beso o una caricia habrá sexo. Poco a poco cada uno va tomando confianza y la balanza se equilibra.

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Una pareja que se quiere y se desea no se pasa un año sin tener relaciones y lo vive con normalidad

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Cuando los dos no tienen ganas de sexo: ¿y ahora qué?

Existen diversas circunstancias vitales que fueren afectar a la salud sexual de la pareja, la enfermedad de un familiar cercano, una enfermedad en uno de los miembros de la pareja, situaciones laborales y económicas desfavorables, la llegada de un hijo, el estrés, etc.. En esos casos, se sobrentiende que las relaciones sexuales pueden disminuir o pasar a un segundo plano, porque los dos miembros de la pareja saben que no es prioritario. Como dice Alicia, si los dos miembros están de acuerdo en la cantidad, es estupendo. El problema obviamente está cuando uno no está conforme, o cuando ambos no quieren tener relaciones.

"Cuando los dos no se buscan, lo que ocurre es que la pareja está en crisis. Imagínate que hay problemas familiares, de trabajo, o que tienen un hijo enfermo. Hay situaciones que ocurren dentro y fuera de la pareja que hacen que para ambos no sea una prioridad el sexo. Pero cuando a ninguno le apetece, y es por una causa común, no se suele llevar mal. El problema es cuando a ninguno de la pareja le apetece porque la crisis está dentro de la relación. Ahí es cuando hay un problema. Una pareja que se quiere y se desea no se pasa un año sin tener relaciones y lo vive con normalidad", explica. 

Cuando hay una crisis dentro de la pareja, para volver a activar el deseo hay que entender los activadores y los frenos sexuales, es decir, qué es lo que ayuda a cada uno a tener ganas de tener sexo. Para ello hace falta mucha comunicación, y, seguramente, terapia psicológica. En parejas que tienen hijos, una de las formas más saludables es pactar las relaciones cada x tiempo. "Esto ayuda a que la pareja se cuide y no se deje de lado, pero siempre hay que hacerlo con flexibilidad. Por ejemplo, si decidís que va a ser el viernes, pero llega el día y estáis muy cansados, pues tendrá que ser en otro momento".

La ley del hielo se ve mucho en parejas aparentemente normales y saludables

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La pornografía: un gran inhibidor del deseo en pareja

La carga mental, la falta de ganas, la dinámica del gato y del ratón, sentirse culpable por no tener sexo o el egoísmo sexual (cuando la pareja no tiene en cuenta la satisfacción del otro), se añade un problema común en las relaciones sexuales de parejas y es la pornografía. Así lo explica, Alicia González: "El porno es terrorífico, no lo recomiendo en ningún caso, ni siquiera para jugar. Es una fuente de adicción, y es una adicción que rompe parejas porque genera una idealización; las personas necesitan el estímulo del porno para poder tener relaciones".

El porno de hoy en día es violento y cosificador, además de irreal y genera baja autoestima en las parejas, para poder tratarlo se necesita mucha paciencia y dejar de consumirlo inmediatamente. "Para que tú te actives con un estímulo normal, con un cuerpo estándar, necesitas tiempo… Es un camino largo y tedioso".  

Hay líneas rojas que no deberían cruzarse en las relaciones sexuales de pareja, y que se normalizan más de la cuenta. Una de ellas es el uso de pornografía para excitarse, el dolor y el sentimiento de obligatoriedad. "Muchas veces vemos casos de personas que lo hacen para no sentirse culpables, porque su pareja les castiga con la ley del hielo, es decir, con silencio, ignorándola, usando el sarcasmo o la ironía, y en los casos más extremos, insultando. La ley del hielo se ve mucho en parejas aparentemente normales y saludables". 

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