El sencillo gesto de las madres en la infancia para que los hijos crezcan saludables y felices

La felicidad y el bienestar de los niños dependen en gran medida de las experiencias tempranas que moldean su desarrollo físico y emocional a lo largo de la vida. Lo que ocurre en los primeros años puede tener un efecto profundo y duradero en su salud y en la forma en que enfrentan el mundo en el futuro.

La calidez materna, una clave temprana para un crecimiento saludable y pleno

Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos, han concluido que la calidez materna durante la infancia influye en la salud de los adolescentes. Estos descubrimientos pueden respaldar campañas de salud pública dirigidas a apoyar a padres, adolescentes y centros educativos.

De acuerdo con el estudio, publicado en JAMA Psychiatry, el afecto y cariño de los padres en los primeros años de vida pueden tener un impacto positivo en la salud física y emocional de los niños a lo largo del tiempo. Se observó que aquellos que recibieron más muestras de calidez materna a los 3 años desarrollaron percepciones más positivas sobre la seguridad social a los 14 años, lo cual se relaciona con mejores indicadores de salud física y mental a los 17 años.

Cómo la infancia impacta en la salud emocional y física

Ya se había evidenciado que una mayor expresión de afecto por parte de la madre —manifestada a través de elogios, un tono de voz cálido y gestos amorosos— favorece la salud a largo plazo. No obstante, los mecanismos que explican estas asociaciones no eran del todo claros, explica la doctora Jenna Alley, investigadora principal del estudio y miembro del Laboratorio de Evaluación e Investigación del Estrés de la UCLA.

Una hipótesis es que las experiencias sociales durante la infancia moldean cómo los niños perciben el entorno social: si lo ven como un lugar seguro o amenazante, acogedor o excluyente, comprensivo o indiferente. Con el tiempo, estas impresiones se convierten en marcos mentales llamados "esquemas de seguridad social", que ayudan a las personas a interpretar, estructurar y anticipar las relaciones sociales.

"Tu esquema de seguridad social es la lente a través de la cual ves cada interacción social", explica Alley. "En cierto modo, estos esquemas representan tus creencias fundamentales sobre el mundo, que puedes esperar de él y cómo encajas en él."

Este estudio, realizado por UCLA Health, es la primera investigación longitudinal que examina cómo la calidez materna en la infancia temprana se asocia con los esquemas de seguridad social en la adolescencia media y cómo esto influye en la salud física y emocional al acercarse a la adultez.

El estudio no evalúa el afecto paterno

El estudio no evaluó el afecto paterno debido a la escasez de datos sobre los padres en el conjunto de datos del Estudio de Cohorte del Milenio, utilizado como base. Según Alley, el cuidado cálido de los padres ha sido históricamente poco explorado en la investigación, aunque algunos estudios preliminares indican que también es clave para el desarrollo infantil, por lo que debería ser considerado en investigaciones futuras.

Los investigadores analizaron información de más de 8500 niños incluidos en el Estudio de Cohorte del Milenio, realizado a largo plazo en el Reino Unido. A los 3 años, evaluadores independientes visitaron los hogares para valorar la calidez materna (medida por elogios, tono de voz afectuoso y la ausencia de actitudes duras como restricciones físicas o agresiones). A los 14 años, los niños reportaron sus esquemas de seguridad social, y a los 17 informaron sobre su salud física, síntomas psiquiátricos y malestar psicológico.

Así, Alley y su equipo descubrieron que los niños que recibieron mayor calidez materna a temprana edad tendían a ver el mundo como un lugar más seguro a los 14 años, lo cual se vinculó con menos problemas de salud a los 17 años. Aquellos que percibían su entorno social como seguro también informaron menores niveles de angustia psicológica y menos síntomas psiquiátricos.

¿Y la severidad materna cómo influye?

En contraste, la severidad materna no estuvo relacionada con cómo los adolescentes percibían su entorno social ni con su salud mental o física a los 17 años. "Estos son los primeros resultados que conocemos que demuestran que el cariño materno puede afectar la salud y el bienestar de los niños años después, al influir en su percepción del mundo social", asegura el doctor George Slavich, coautor del estudio y director del Laboratorio de Evaluación e Investigación del Estrés de la UCLA. "Es un mensaje contundente, ya que, si bien las circunstancias de la primera infancia no siempre son fáciles de cambiar, podemos ayudar a los jóvenes a ver las demás personas de una manera más positiva", concluye Slavich.

Alley enfatiza que el hallazgo de que la calidez materna tiene un mayor efecto que la dureza resulta clave para decidir cómo intervenir. Por ejemplo, en lugar de centrarse exclusivamente en reducir la percepción de severidad, las intervenciones podrían enfocarse en aumentar la sensación de seguridad de los adolescentes, lo cual podría tener beneficios duraderos para su salud, incluso si en el pasado experimentaron una crianza poco afectiva.

"Los hallazgos hablan de la resiliencia. Es decir, no se trata solo de frenar los aspectos negativos, como la mala atención, sino de esforzarse por potenciar los aspectos positivos, como la calidez y la seguridad", señala Alley. "También es importante saber que quienes han sufrido una mala atención durante la infancia no están condenados al fracaso; si nos centramos en su percepción del mundo, podemos mejorar considerablemente sus vidas."

"El mensaje es claro", concluye Slavich. "Percibir el mundo social como un espacio socialmente seguro e inclusivo es fundamental para la salud física y mental, y este conocimiento puede utilizarse para desarrollar mejores intervenciones y campañas de salud pública diseñadas para mejorar la resiliencia a lo largo de la vida."

Aún se requieren más estudios para entender cómo influye la calidez materna en otros contextos fuera del Reino Unido, y de qué manera los profesionales de la salud y los responsables de políticas públicas pueden fomentar percepciones de seguridad social que impulsen mejores resultados en la salud de los jóvenes.