Sexología

El aumento de la libido en verano, según un urólogo: "Puede ser tanto positivo como negativo"

Un urólogo detalla cómo el calor y ciertos hábitos veraniegos pueden afectar a la función eréctil
Un urólogo detalla cómo el calor y ciertos hábitos veraniegos pueden afectar a la función eréctil. PEXELS
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Aunque pueda parecer mentira, el verano, el calor, y algunos hábitos con los que nos relajamos, pueden condicionar la función eréctil del hombre, tanto para bien, como para mal.

David Vázquez Alba, jefe del Servicio de Urología del Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid), durante una entrevista con Europa Press Salud Infosalus, recuerda que la disfunción eréctil responde a la imposibilidad de mantener una relación sexual satisfactoria, fundamentalmente por una insuficiencia en la erección peneana. Y esto puede responder tanto a causas físicas, como psicológicas.

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Así afecta el calor a la libido

"El calor y el clima veraniego pueden aumentar la libido por varios motivos: se libera más oxitocina y dopamina, solemos tener más tiempo libre, el estrés laboral y personal tiende a disminuir, y la mayor exposición al sol eleva los niveles de vitamina D, lo que también influye en el deseo sexual. Sin embargo, no existe suficiente evidencia científica que respalde esta relación de forma concluyente", matiza el experto.

Ahora bien, el calor también puede tener el efecto contrario y reducir la libido. Durante las vacaciones es habitual sentirse más cansado, dormir peor debido a las altas temperaturas o la sudoración nocturna, y sufrir deshidratación o un exceso de calor, lo que puede afectar negativamente al estado de ánimo y a la motivación sexual. "Por eso, el impacto del verano sobre el deseo sexual puede ser tanto positivo como negativo: depende de cada persona y del momento", agrega.

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Hábitos menos saludables en verano

Pero no queda ahí la cosa, también durante el verano solemos relajarnos en nuestro estilo de vida saludable y solemos adoptar hábitos menos sanos (más alcohol, cambios en la dieta y no precisamente para bien, por ejemplo).

Según el doctor Vázquez, estos también son factores que disminuyen la libido y que dificultan una relación sexual satisfactoria. Por ejemplo, dice que el consumo de alcohol genera deseo sexual, pero puede provocar al mismo tiempo todo lo contrario, el típico gatillazo. "El no dormir bien por las noches, la deshidratación, y el exceso de calor hacen que el paciente disminuya su desmotivación sexual", agrega este especialista.

No obstante, sí pone en valor que son muchos los hombres que no sólo aprovechan sus vacaciones estivales, sino también el verano, para mejorar precisamente su estilo de vida, y se ponen las pilas con su alimentación, practicando una dieta mediterránea, así como con la práctica de ejercicio físico.

"Todo esto ayuda en teoría a mejorar la calidad de la erección, y hay pacientes que mejoran su dieta en verano porque comen en casa, o porque mantienen una dieta más sana, y aprovechan las vacaciones para fomentar el ejercicio físico que, si se practica de forma regular, previene y mejora la disfunción eréctil. Lo ideal sería poder mantenerlo durante todo el año", destaca este urólogo.

El papel del estrés: puede aumentar o disminuir en verano

Pero también en la disfunción eréctil juega un papel importante el estrés, tanto personal, como laboral. "Si estamos de vacaciones disminuye el estrés laboral, pero en cambio puede aumentar el estrés personal porque pasamos más tiempo del acostumbrado con nuestra familia y hay personas a las que esto les estresa; y por otro, puede darse una mayor presión porque, al estar de vacaciones, se debe rendir sexualmente más", reconoce Vázquez.

Explica en este sentido que si hay una pérdida o disminución de la libido depende mucho del estado de ánimo de la persona, y de la motivación sexual, que suelen estar muy ligados.

Dice que, está comprobado desde el punto de vista económico, que en verano se dispara la venta de fármacos frente a la disfunción eréctil, ante esa 'necesidad' mayor de rendir sexualmente, porque en vacaciones se está más relajado y a veces se necesita un poco de ayuda. "Son casos puntuales, pero suelen ser frecuentes en verano", reconoce.

Con todo ello, aconseja el jefe del Servicio de Urología del Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid) que el hombre que dude de si presenta disfunción eréctil o no, debe planteárselo y analizar la situación que está viviendo, y ver si hay algunos factores que puedan llevarle a esta disfunción, porque en ese caso habrá que consultar con un experto; en este caso, el más idóneo el urólogo.

También sostiene que, si el paciente mantiene una vida normal, y en esta época del año disminuyen los factores de riesgo antes citados, a la vez que mantiene una dieta normal, no abusa del alcohol, pero tiene problemas en la calidad de la erección, es cuando deberá buscar la ayuda de un urólogo.

Hábitos que conviene abandonar para evita la disfunción eréctil en verano

Estos son los principales factores a evitar:

  • Consumo excesivo de alcohol: Aunque el alcohol puede aumentar inicialmente el deseo sexual, su abuso provoca dificultades para mantener la erección, conocido popularmente como "gatillazo".
  • No dormir bien debido al calor: Las noches calurosas y la sudoración nocturna afectan la calidad del sueño, lo que disminuye el estado de ánimo y la motivación sexual.
  • Deshidratación: La falta de hidratación adecuada junto con el calor reduce la energía y el bienestar general, afectando la libido.
  • Relajación excesiva del estilo de vida saludable: Cambios negativos en la dieta o el abandono del ejercicio físico habitual durante las vacaciones pueden perjudicar la calidad de la erección.
  • Estrés personal aumentado: Aunque el estrés laboral suele bajar en vacaciones, el aumento del estrés familiar o la presión por “rendir” sexualmente pueden generar disfunción eréctil.