Navidad

El reto de afrontar las Navidades en soledad: "Sentir angustia es una señal de que hay que hacer cambios en la vida"

Navidad
Analizamos el impacto psicológico de la Navidad. Pexels
Compartir

La Navidad es un momento del año especialmente emotivo para casi todas las personas. Está llena de recuerdos y son fechas, en principio, para pasarlas en familia, con las personas que queremos. Sin embargo, a veces -por circunstancias de la vida- eso no es posible, y hay personas que se ven obligadas a afrontar una Navidad en soledad, bien porque viven lejos de su país o porque quizá no tienen a nadie cerca. La soledad es uno de los problemas a los que nos enfrentamos en una sociedad cada vez más digitalizada y global. Tanto es así que en 2018, el Reino Unido fue pionero en crear una Secretaría de Estado llamada 'Ministerio de la Soledad' para abordar, precisamente, la soledad y el aislamiento social, que afectan a millones de personas en el país.

Si tú eres una de esas personas, hay esperanza. Como señalan los psicólogos, es muy posible que si en estas fechas no puedes reunirte con los tuyos aparezcan sentimientos de soledad, nostalgia e incluso culpa. "Son días que nos remueven porque nos recuerdan momentos compartidos, gestos repetidos año tras año y esa sensación de hogar que todos tenemos muy presente. Cuando no podemos vivirlo igual, lo notamos más. No es un signo de debilidad, simplemente es una reacción natural ante una fecha en la que el corazón toma protagonismo", explica a la web de Informativos Telecinco Yolanda Romero, psicóloga y directora técnica de ICEPS (Instituto Clínico de Psicología Infantil y del Adolescente).

PUEDE INTERESARTE

¿Qué podemos hacer, entonces? Como ella sugiere, lo mejor es no negar lo que sentimos y permitirnos vivirlo con calma. "Una videollamada, una llamada o un mensaje que nos acerque un poco a nuestra familia puede reconfortar. Y también es importante hacer algún plan que nos dé calidez allí donde estemos: quedar con un amigo, compartir un rato con algún vecino, invitar a alguien que se encuentre en circunstancias parecidas, preparar algo especial para nosotros o salir a disfrutar de algún plan fuera de casa. Son pequeños gestos que alivian y que nos hacen sentir un poco más acompañados. Sentir más no es un problema. Es lo habitual en una fecha que toca nuestra parte más profunda".

Para el psicólogo Sergio García Soriano, lo más importante es aceptar la realidad y también reflexionar en qué nos está causando malestar. "Si me encuentro mal, el problema no es la Navidad, es que hay algo en mi vida que no me gusta y en la Navidad florece o se manifiesta, podría estar contento porque se ha producido una señal de angustia que me tiene que llevar a hacer cambios en mi vida".

PUEDE INTERESARTE

En estos casos, lo mejor es buscar un plan alternativo, algo que nos aporte ilusión. Se puede planear algo sencillo, desde un paseo o acercarnos a algún espacio donde haya más gente. Yolanda Romero aconseja, por ejemplo, preparar algo especial para nosotros como crear un pequeño ritual propio o compartir un café con alguien que también esté solo puede aliviar ese peso. "No se trata de forzar la alegría, sino de acompañarnos con cariño".

"La ayuda más valiosa suele ser la más simple, estar, escuchar y mostrar cariño"

Afrontar la Navidad tras una pérdida

Durante estas fechas, las consultas más habituales que suelen recibir los psicólogos son síntomas de ansiedad anticipatoria por los rechazos o desafectos que se producen generalmente con la familia política y el nivel de exigencia o perfeccionismo de algunos familiares por ser anfitriones o por acertar con los detalles. También es común, el recuerdo a los fallecidos y el sentir "la silla vacía" sin esas presencias, que pueden dar lugar a tristeza o manifestaciones de la depresión si esto es mantenido en el tiempo. No hay que olvidar que las Navidades son un carrusel de emociones, sobre todo, para aquellos que han perdido a personas importantes.

Afrontar un duelo en Navidad es muy complicado, de hecho, hay incluso personas que no la pueden celebrar por la tristeza que les supone. "En estos casos no se trata de esforzarnos por estar bien, sino de permitirnos sentir sin presionarnos. A veces ayuda mantener un pequeño gesto que nos conecte con esa persona, una vela, una receta, una canción o compartir un rato con alguien cuando nos apetezca. También puede ayudar planear algo sencillo para el día: salir a caminar, visitar un lugar tranquilo, preparar una comida especial o ver a alguien de confianza. Son acciones pequeñas, pero suelen aliviar", aconseja Yolanda.

"En el duelo no hay formas correctas, solo maneras honestas de atravesarlo, especialmente en Navidad"

El duelo en Navidad

Pero, ¿qué ocurre si el peso es demasiado grande? Entonces, lo mejor es hablarlo con un profesional o con alguien que nos escuche de verdad. "En el duelo no hay formas correctas, solo maneras honestas de atravesarlo, especialmente en Navidad". Si por ejemplo nuestros padres acaban de fallecer, no se recomienda celebrar la Navidad en ese lugar, siempre aceptando que la tristeza va a ser nuestra compañera de viaje toda la vida, y, más especialmente, en los días señalados de nuestro calendario. Por su parte, el psicólogo Sergio García recomienda hacer nuestro pequeño homenaje a nuestro ser querido.

Si, por el contrario, conocemos a alguien que lo está pasando mal en estas fechas, también podemos ayudar. El consejo es claro: no hace falta hablar demasiado, a veces con una presencia tranquila es suficiente. "La Navidad remueve mucho, y acompañar sin prisa ni exigencias suele ser el mayor gesto de cuidado. Ayuda preguntar qué necesita, sin imponer nada y respetando su ritmo. Y es importante evitar frases como “tienes que animarte”, porque en estas fechas esos mensajes pueden hacer que la persona se sienta aún más incomprendida. La ayuda más valiosa suele ser la más simple, estar, escuchar y mostrar cariño. En Navidad, un gesto así puede aliviar más de lo que imaginamos", subraya Yolanda Romero.