El inusual robo de un buey de 1.500 kilos en Vizcaya: "Lo habrán sacrificado y estará en una nevera a la espera de ser vendido"
El animal, de raza Asturiana, tenía 9 años y pesaba alrededor de 1.500 kilos
Cómo diferenciar la carne de buey de otra que no es, a través del sabor
BilbaoA las comisarías de la Ertzaintza, los ciudadanos acuden a denunciar todo tipo de delitos y los agentes están acostumbrados a tramitar demandas de toda índole, sin embargo, es probable que el ertzaina que estaba en la comisaría cuando, hace unos días, entró el cocinero y ganadero Txema Llamosas nunca hubiera gestionado una denuncia por el robo, ni más ni menos, que de un buey de 1.500 kilos.
Un robo “premeditado y planeado” que su dueño achaca a una banda organizada dado el altísimo precio que se paga, hoy en día, por la carne.
El animal de raza Asturiana y de nueve años, era “el más grande” que tenían en el Rancho Garras de Karrantza, en Vizcaya. Su dueño lo define como "espectacular", después de un año cebándolo con cereal para servirlo en el restaurante Casa Garras, tras el verano.
Sin embargo, ni su tamaño ni su peso disuadió a los ladrones que, en opinión del ganadero, serían “una banda organizada”, que habrían estado vigilando la explotación antes de hacerse con el botín. A pesar del volumen y peso del animal, este ganadero cree que llevárselo habrá sido “facilísimo”, ya que “se le va arreando y cargas, con facilidad, al animal en un camión, ya que con nueve años saben subir y bajar”, explica.
Sacrificado y en una nevera
Una semana después del inédito robo, este vizcaíno sigue "enfadado" porque "alguien entre en tu terreno y se cargue con sangre fría a un animal, no lo tolero", y es que está convencido de que una semana después, ya habrán liquidado al buey: “Lo habrán sacrificado” y “estará ya en una nevera de maduración para venderlo”, se duele.
No fue hasta el pasado domingo, cuando Llamosas se percató de la ausencia de este animal, pero antes de formalizar la denuncia decidió buscarle por la zona: “Empezamos a mirar por todas partes, por si se había escapado”, pero las horas pasaban y no había ni rastro del buey, por lo que el chef decidió acudir a la comisaría, “nos lo han robado”, zanja con impotencia.
El animal sustraído era “el más grande y gordo”, valorado en unos 8.000 euros y del que calcula que se podrían extraer unos 800 kilos de carne en canal, por lo que podría llegar a sacarse hasta 10.000 euros.
Nunca antes, la carne ha estado tan valorada como lo está ahora mismo, “en el restaurante, el precio más bajo es de 120 euros el kilo de chuleta”. Tras lo sucedido, el chef de Casa Garras tiene claro que, aunque “nunca hasta ahora nos han robado nada, a partir de ahora pondremos cámaras”.
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