“A partir de ahora, la máquina de cambio tiene un sensor y al mínimo golpe salta la alarma o una bomba de humo”, explica el propietario
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A CoruñaLa Guardia Civil investiga un intento de robo en una lavandería de Boiro, A Coruña. Los hechos ocurrieron la noche del viernes cuando un encapuchado entró en el establecimiento con un torniquete e intentó arrancar la máquina de cambio a golpes, pero dos minutos después abandona su cometido.
Así queda grabado en las cámaras de seguridad de la lavandería. El reloj marcaba la 1:24 horas cuando se ve pasar a través de la cristalera del local un hombre. Éste camina por la acera y sobrepasa la puerta, aunque unos segundos después retrocede y entra.
Lleva guantes, mascarilla y capucha y se dirige directamente a la máquina de cambio, ubicada junto a otra expendedora. Por los ruidos, se intuye que la golpea violentamente. Tras unos segundos intentando arrancarla, abandona su cometido. Es la 1:26 horas.
Iván Fernández, propietario del negocio, explica a Informativos Telecinco: “Yo tengo al chico identificado por el físico y porque va siempre con la misma ropa y el mismo calzado. Va muchas veces a la máquina expendedora de la lavandería. Ya lo eché una vez de la lavandería por estar fumando dentro”.
En la máquina sólo hay el cambio del día
Lamenta que por el robo de poco más de cien euros, estropeen un aparato que supera los mil euros. “Prácticamente en la máquina no hay nada, es el cambio del día. Al final hacen un destrozo para llevarse 100 o 200 euros”, explica.
Mayor seguridad
Ese mismo día interpuso la denuncia a la Guardia Civil y puso parte al seguro. Para disuadir a futuros ladrones ha mejorado la seguridad: “A partir de ahora, la máquina de cambio tiene un sensor y al mínimo golpe salta la alarma o una bomba de humo”. Además, añade: “Le metí cinco tornillos pasantes, es imposible arrancarla por mucho que le den, tendrían que arrancar la columna”.
La lavandería suele quedarse abierta en verano toda la noche: “La lavandería está abierta de 9 de la mañana a 10 de la noche, pero en verano la gente va más tarde. Así que suelo dejarla abierta toda la noche.”
Aunque espera que ésta sea la última vez que intentan atracar en la lavandería, no es la primera. “La otra vez había sido un drogadicto del pueblo, arrancó la máquina y tuve que comprar una nueva”, cuenta. Aunque cree que las nuevas medidas desanimarán a quien lo intente.