Taiwán, los chips semiconductores y las claves de este tenso y peligroso conflicto con China

Taiwán ha movilizado a sus fuerzas ante un posible ataque simulado de China. El gobierno de la llamada isla rebelde denuncia que buques y aviones militares chinos han vuelto a cruzar la línea que marca su zona de seguridad en el Estrecho de Formosa. La escalada de tensión en la zona se mantiene, por lo tanto, con estos juegos de guerra chinos en respuesta a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara Baja estadounidenses, Nancy Pelosi.

Esta situación, precipitada tras la visita oficial de Nancy Pelosi a Taiwán este martes, evidencia el difícil equilibrio geopolítico de esta isla. Su cercanía a la China continental y su vital industria tecnológica, ya que produce el 65% de los chips semiconductores del planeta, son algunas de las claves de este conflicto. En juego, además de un hipotético enfrentamiento armado entre China y Estados Unidos, estaría el comercio internacional. 

Taiwán no es reconocida como nación independiente

Taiwán es la vigésimo primera potencia económica del mundo desde un limbo aparente tras su separación de la China comunista después de la guerra civil de mitad de siglo XX, ya que no es una región administrativa de Pekín como Hong Kong o Macao y tampoco es reconocida como nación independiente por la gran mayoría de países, entre ellos, Estados Unidos.

Tampoco, desde 1971, por la ONU y solo la reconocen diplomáticamente trece naciones, además del Vaticano. Aún así, Taiwán funciona como un estado independiente de facto, gracias a su pujante economía desde hace 70 años y sus estructuras políticas y de seguridad, equivalentes a las de las democracias liberales, con constitución y ejército propio, armado, desde hace décadas, por Washington. 

La importancia geoestratégica de Taiwán y la guerra de los chips

En este momento y desde hace unos años, Taiwán se ha convertido en una pieza que está en el centro de la pugna entre las dos potencias. Es una aspiración para los chinos y es una defensa de sus valores y de su entramado de relaciones y alianzas para Estados Unidos.

Su importancia geoestratégica la marca su proximidad, a unos 160 kilómetros, de la costa china, rodeada por un arco de islas, desde Filipinas hasta Japón, bajo la influencia de Estados Unidos. La industria de chips semiconductores taiwanesa, que controla el 65% del mercado internacional, es otra de las claves del conflicto. El viaje de Pelosi a Taipéi buscaría, entre otros, acuerdos con la isla en este sector estratégico.

Tanto es así que hace una semana, el presidente Biden, bajo el lema 'Chips para América', participaba en una mesa redonda con compañías tecnológicas del país y responsables de Comercio, Defensa y Seguridad Nacional.

Hay que destacar que el 98% de los chips de los que depende nuestra Defensa se ensamblan, empaquetan y prueban en Asia. Por eso, una interrupción en el suministro de chips, sería catastrófico. Escenarios a los que responden con planes de choque millonarios para que Estados Unidos gane peso en esta vital industria tecnológica.