Corea del Sur celebrará elecciones anticipadas el 3 de junio tras la destitución del presidente Yoon Suk-yeol

Antonio José Aranda Martínez 08 ABR 2025 - 13:40h.

Corea del Sur se prepara para unas elecciones presidenciales anticipadas el próximo 3 de junio, tras la destitución del presidente conservador Yoon Suk-yeol por haber impuesto la ley marcial a finales del año pasado. Así lo anunció el presidente en funciones, Han Duck-soo, apenas cuatro días después de que el Tribunal Constitucional decidiera por unanimidad apartar a Yoon del cargo.

Esto se debe a que la legislación surcoreana exige que se convoquen elecciones en un plazo máximo de 60 días tras una destitución presidencial. Asimismo, el nuevo presidente electo asumirá un mandato completo de cinco años.

Una batalla electoral marcada por la polarización

La contienda electoral se perfila como un duelo directo entre el oficialista Partido del Poder Popular (PPP), profundamente debilitado por la crisis, y el opositor Partido Democrático, que actualmente cuenta con mayoría en la Asamblea Nacional. La intensa polarización política que atraviesa el país será un factor determinante en el resultado.

El Partido del Poder Popular afronta una ardua tarea: recuperar la confianza del electorado tras el traumático episodio de la ley marcial y superar las divisiones internas que dejó la presidencia de Yoon. “El partido conservador de Corea del Sur enfrenta desventajas significativas de cara a las elecciones. Dos meses es poco tiempo para unificar a la base, a los moderados y a un sector conspiranoico en torno a un solo candidato”, advierte Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl.

¿Puede resurgir el conservadurismo?

A pesar del daño a la imagen del PPP, la atención está puesta en si los conservadores lograrán reagruparse y presentar un candidato competitivo. Todo apunta a que el Partido Democrático optará por Lee Jae-myung, líder de la formación y principal favorito según los analistas. Lee ya fue candidato en 2022, cuando perdió por un estrecho margen frente a Yoon.

Lee lideró al partido en un momento crítico, cuando varios de sus miembros se enfrentaron a las tropas desplegadas por Yoon para rodear el Parlamento, rechazaron la ley marcial e impulsaron su impeachment. El proceso de primarias para elegir candidatos presidenciales comenzará en las próximas semanas, y aunque se espera que Lee no tenga competencia interna, el PPP podría tener hasta diez aspirantes.

Los herederos de Yoon se disputan el liderazgo

Entre los posibles candidatos del PPP destacan figuras con posturas muy distintas respecto al expresidente. El ministro de Trabajo, Kim Moon-soo, y el alcalde de Daegu, Hong Joon-pyo, se opusieron a la destitución de Yoon. En cambio, el exlíder del partido, Han Dong-hoon, y el veterano legislador Ahn Cheol-soo, votaron a favor de su destitución. El alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, ha mantenido una postura ambigua.

Choi Jin, director del Instituto de Liderazgo Presidencial de Seúl, apunta que Yoon tratará de influir en el proceso de primarias del partido para favorecer a los candidatos leales a él y así protegerse ante el juicio penal que afronta. Acusado de rebelión en enero, Yoon podría enfrentar otros cargos, como abuso de poder, ahora que ha perdido su inmunidad presidencial.

“El partido necesita nominar a alguien capaz de conquistar al público, en particular a los moderados, y no solo a quien gane las primarias”, señala Duyeon Kim, analista del Center for a New American Security en Washington. Los votantes jóvenes y moderados, especialmente los de entre 20 y 30 años, podrían inclinar la balanza.

El candidato opositor, entre el carisma y la controversia

Lee Jae-myung es percibido por sus seguidores como un reformista populista. Sin embargo, sus detractores lo acusan de ser un demagogo que siembra divisiones y demoniza a sus rivales. Actualmente enfrenta cinco procesos judiciales por corrupción y otros delitos. Si gana la presidencia, esos juicios quedarían suspendidos gracias a la inmunidad presidencial.

Por su parte, Yoon ha acusado repetidamente al Partido Democrático de abusar de su mayoría parlamentaria para obstaculizar su agenda, destituir altos funcionarios y recortar el presupuesto del gobierno. Justificó la declaración de ley marcial como un intento desesperado por obtener apoyo popular frente a lo que calificó como la “maldad” del partido opositor.

“Lee Jae-myung tiene muchos detractores que creen que casi llevó al país al colapso por interés propio, usando la Asamblea como arma para derribar a Yoon y presentar sus propios casos judiciales como persecución política”, afirma el profesor Easley. “Su maniobra, que incluyó purgar a los progresistas desleales, le ha dejado el control total de la nominación del Partido Democrático y el camino más despejado hacia la presidencia”.

Así pues, las elecciones del 3 de junio serán una prueba crucial para el futuro político de Corea del Sur y podrían redefinir el rumbo del país en medio de una profunda crisis institucional y social.

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