La herencia del papa Francisco tras su muerte: su patrimonio y a quién irá destinado

El fallecimiento del papa Francisco este 21 de abril a los 88 años ha conmocionado al mundo entero, pero también ha generado interrogantes sobre el destino de sus bienes y su herencia personal.

Conocido por su vida humilde y austera, Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, lideró la Iglesia Católica durante 12 años, y desde su elección en 2013, adoptó un estilo de vida sencillo, renunciando a los lujos tradicionales del papado y al salario de la iglesia y manteniéndose en su voto de pobreza. Todo ello quedó reflejado tras escoger como su residencia la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico. También apostó por utilizar vehículos modestos para sus desplazamientos.

En una catequesis de enero del año pasado, enfatizó que los bienes materiales no tienen valor eterno, recordando: "Por mucho que una persona acumule bienes en este mundo, de una cosa estamos absolutamente seguros: de que no cabrán en el ataúd".

Aunque no se ha conocido oficialmente cuál es el patrimonio personal del papa Francisco, se presume que es limitado, acorde con su estilo de vida. Algunos medios como el portal 'Celebrity Net Worth' señalan que su patrimonio neto era de 100 dólares, unos 87 euros. Otros como la revista 'Time' sostienen que, al ser la principal autoridad de la Iglesia Católica, puede disponer del dinero que posee el Vaticano, que asciende a miles de millones de euros.

En cuanto a sus familiares más directos, solo su hermana María Elena, 12 años menor que él, queda con vida. También sus sobrinos, José, Jorge, José Luis y Pablo.

En casos anteriores, como el de Benedicto XVI, los derechos de autor de sus obras como colecciones de libros y partituras fueron destinados a fundaciones eclesiásticas y al Vaticano, y sus bienes personales repartidos entre sus familiares, en concreto entre sus cinco primos.

Es probable que Francisco haya dejado instrucciones similares, destinando cualquier ingreso por derechos de autor o bienes personales a la Iglesia o a obras de caridad y otra parte a sus seres queridos.

Cabe recordar que durante su papado, el pontífice implementó reformas para centralizar y transparentar la gestión financiera del Vaticano. En 2022, ordenó que el patrimonio inmobiliario y la liquidez de la Santa Sede fueran gestionados exclusivamente por el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el banco del Vaticano. Una medida que buscaba consolidar los activos financieros y garantizar una administración más eficiente y responsable.

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