Viktor Orbán amenaza con “asumir las consecuencias” a los que acudan a la marcha del Orgullo en Budapest: utilizarán reconocimiento facial
La policía tiene previsto utilizar sistemas de reconocimiento facial para identificar a los asistentes
La policía húngara prohíbe el desfile del Orgullo y desafía al alcalde de Budapest que había defendido que se mantuviese
BudapestHungría mastica la tensión para este sábado. En Budapest está convocada este 28 de junio una marcha en defensa de los derechos LGTBQ+ que, a petición del primer ministro húngaro Viktor Orbán, ha sido prohibida por la policía en su cruzada antigay. La marcha se ha organizado pese a la prohibición oficial. El primer ministro ha pedido que se cumplan las leyes pero ha descartado que las fuerzas de seguridad vayan a cargar contra los manifestantes, entre los que habrá representación oficial de otros países europeos como España.
En representación del gobierno español la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y el de Cultura, Ernest Urtasun, se unirán a la marcha a la que se espera que asistan miles de jóvenes europeos que han viajan hasta la capital húngara para desafiar la orden del ultraconservador que mantiene un duro pulso con el alcalde la ciudad que pretende celebrar la marcha.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reclamado a la Unión Europea que "reaccione" ante la prohibición de la manifestación del Orgullo en Budapest, lo que a su juicio supone que el Gobierno de Viktor Orbán "vulnera el convenio de derechos humanos y Europa no lo puede permitir".
"Se están violentando los derechos humanos en el corazón de Europa y Europa tiene que reaccionar", ha defendido Díaz en declaraciones a los medios junto al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, desde Budapest, a donde han acudido en representación del Gobierno para apoyar al colectivo LGTBIQ+
Orbán dice que no habrá cargas ni violencia física
"No se debe usar violencia física", ha indicado Orbán este viernes, en una entrevista radiofónica en la que ha cargado contra el Ayuntamiento de Budapest, liderado por un alcalde opositor, por mantener la ciudad en un estado de "caos" y "bancarrota".
El primer ministro húngaro ya había salido al paso el jueves en Bruselas de las críticas internacionales para señalar que Hungría es "un país civilizado en el que todo el mundo tiene el derecho a reunirse y a expresar su opinión", si bien también resaltó que, por encima de cualquier derecho, debe estar "el derecho a la protección de los niños".
El Gobierno húngaro ha promovido leyes que limitan la exhibición de contenidos LGTBI ante la infancia en aras de esta protección, lo que ha provocado el recelo de organizaciones de Derechos Humanos y también de la Comisión Europea, a la que Orbán no ha dudado en criticar en las últimas horas por posicionarse también en este tema.
Prohibición de la marcha del Orgullo
Las legislaciones y reformas constitucionales aprobadas en marzo por la mayoría del partido gubernamental, el Fidesz, permitieron prohibir la marcha de Orgullo y la participación en eventos como éste podría ser multada por la policía, que también tiene previsto utilizar sistemas de reconocimiento facial.
De hecho, el ministro de Justicia húngaro, Bence Tuzson, envió una carta a varias embajadas extranjeras acreditadas en Budapest, que se solidarizaron con la comunidad LGTBI, recordando que los participantes podrían ser multados.
Esta nueva ley argumenta que el derecho a la protección de la infancia prevalece sobre el derecho de reunión. Ya en vigor, se prohíbe el desfile de mañana, también que el arco iris luzca en banderas o balcones. Y el propio primer ministro advierte a quienes se atrevan a mostrar su orgullo en las calles de Budapest.
“Somos adultos. Aconsejo a cada uno que decida. Yo cumplo la ley y eso es lo que les aconsejaría. Si no la cumplen, deben asumir las consecuencias", amenazaba el líder húngaro.
Hay que tener en cuenta que en Hungría se permite el uso de cámaras de reconocimiento facial para identificar a los asistentes. Pero mientras la manifestación del orgullo está prohibida, la policía ha autorizado la de una organización nacionalista de extrema derecha y se temen enfrentamientos.
Aun así, los húngaros que decidan manifestarse no estarán solos. Miles de europeos se dirigen a Budapest dispuestos a defender los derechos del colectivo amenazados en un país miembro de la UE.
Llamamiento de la UE
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo esta semana un llamamiento a las autoridades húngaras a que permitan que se celebre la Marcha del Orgullo, "sin temor a ninguna sanción penal o administrativa".