La Federación de Alpinismo de Kirguistán da oficialmente por muerta a Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda
Un nuevo dron tampoco ha hallado signos de vida en la tienda de campaña donde la alpinista rusa quedó atrapada, a 7.200 metros
Un montañero acusa a Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa atrapada en el Pico Pobeda, de ocultar una lesión, engañar a su equipo y poner a todos en peligro
Natalia Nagovitsyna, la alpinista rusa que quedó atrapada el 12 de agosto en la cima del Pico Pobeda, –ubicado en Kirguistán a 7.200 metros de altura–, ha sido declarada oficialmente muerta por la Federación de Alpinismo de Kirguistán. Aunque tras más de tres semanas en la inhóspita cima todos los expertos ya lo daban por hecho, ahora el presidente de la citada institución, Eduard Kubatov, lo ha oficializado tras apuntar que un nuevo dron peinó la zona donde se encontraba este martes sin hallar signos de vida, al igual que el último que enviaron.
"Con tristeza debemos admitir este hecho lamentable para todos nosotros", ha señalado Kubatov, explicando que todos los vídeos de la operación para verificarlo serán entregados personalmente al hijo de la alpinista, Mijail, quien durante todo este tiempo ha clamado a las autoridades rusas y de Kirguistán que no abandonaran la búsqueda de su madre, apelando a su experiencia en la montaña para insistir en que seguía viva.
Ahora, las imágenes del nuevo dron y la confirmación de la Federación de Alpinismo de Kirguistán terminan de apagar todas las esperanzas: el cuerpo de Natalia Nagovitsyna no será recuperado hasta el próximo año, cuando pase el invierno y el tiempo mejore para hacer viable llegar hasta ese punto elevado al que había llegado la alpinista. Hasta entonces, como han reiterado múltiples expertos, intentarlo sería abordar una misión suicida.
Natalia Nagovitsyna, condenada en el Pico Pobeda tras un rastro trágico por ayudarla
"En la historia del Pobeda no ha habido ninguna operación de rescate exitosa a 7.200 metros y no teníamos derecho a seguir arriesgando la vida de los rescatistas-alpinistas", ha afirmado Eduard Kubatov, dando cuenta de la peligrosidad que entraña esa cima.
Lo mismo hizo previamente el jefe del campamento instalado a 6.400 metros en esa misma montaña, desmantelado desde hace ya más de una semana por la llegada del invierno al Pico Pobeda, que arranca ya desde septiembre, con unas condiciones todavía más peligrosas y extremas en el lugar. "Enterrar a más personas para retirar el cuerpo es simplemente un delito", subrayó, recordando que jamás nadie había sido rescatado en ese pico desde 1955.
Pese a ello, en todo este tiempo han sido varios los intentos por rescatarla, acabando todos en fracaso o incluso en tragedia. Ejemplo de esto último es el caso del montañero italiano Luca Sinigiglia, quien iba con ella en la expedición, –junto al ruso Roman y el alemán Gunter–, y acabó falleciendo el 15 de agosto por congelación y un edema cerebral tras intentar ayudarla.
Los otros dos montañeros, que también se habían desplazado al campamento para pedir ayuda, fueron socorridos cuando el temporal empeoraba, pero Nagovitsyna, mucho más arriba, quedó atrapada, con la pierna rota, sola y con apenas una tienda de campaña, un mechero con una bombona de gas y apenas algunos víveres para resistir algún tiempo a la espera de una ayuda que, realmente, clamaba un milagro.
El 16 de agosto un helicóptero militar intentó una operación para rescatarla, pero todo se vio abocado al fracaso después de que la aeronave tuviese que acometer un aterrizaje forzoso a 4.600 metros, aún muy lejos de la alpinista, en un incidente en el que resultaron heridas tres personas, incluido el piloto.
Tal fue el caso que estos últimos tuvieron que ser socorridos por un segundo helicóptero, dejando a Nagovitsyna.
Después de aquello, y tras ser detectada por un dron el 19 de agosto moviendo las manos y dando señales de vida en su tienda de campaña, las autoridades de Kirguistán llegaron a movilizar otra aeronave para buscarla. Sin embargo, el continuo empeoramiento de las condiciones hizo imposible que llegasen hasta ella, teniendo que cancelar la operación el 23 de agosto resignándose a asumir que no podrían volver a intentarlo.
Ante ello, las autoridades de Kirguistán la declararon oficialmente desaparecida, lo que en la práctica asumía la incapacidad de llegar hasta ella para encontrarla viva o muerta.
Ahora, tras todo este tiempo y tras dos nuevas comprobaciones de un dron que no ha detectado señales de vida, la Federación de Alpinismo de Kirguistán confirma lo que ya todos dan por hecho: que la alpinista ha muerto en esa cumbre.
Las sombras sobre el ascenso al Pico Pobeda
Tras el triste final, no obstante, todavía continúan distintas sombras sobre el caso. Una de ellas tiene que ver con la acusación de otro alpinista y triatleta, Alexander Ishchenko, quien ha afirmado que Nagovitsyna pudo haber engañado a la expedición con la que ascendió al Pico Pobeda, dado que en mayo había subido una doble fractura de pierna y es imposible que se hubiese recuperado para cuando inició la subida a esa cima.
"Mi pregunta es: ¿cómo terminó allí dos meses después de una doble fractura?", llegó a declarar a un medio ruso, apuntando que aquel día fue él quien participó en su rescate y que, al abordar poco tiempo después el ascenso del pico Pobeda, la alpinista habría ocultado su lesión y habría engañado al guía para subir hasta allí.
Al hilo de esto, medios rusos apuntan que para subir a esa cima se exige una categoría 3 en la montaña, mientras Nagovitsyna tenía una categoría 2 y habría sido rechazada por al menos dos guías previamente.
En ese sentido, las autoridades de Kirguistán investigan también a la empresa que organizó la expedición, tratando de dirimir responsabilidades.