Un hospital de Italia, obligado a pagar una indemnización de 3,7 millones de euros por operar a un niño de un tumor cerebral inexistente

Hospital Meyer en Florencia.
El Hospital Meyer en Florencia tendrá que pagar la millonaria indemnización por el grave error médico.. Wikipedia
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Un juez ha ordenado a un hospital de Florencia a pagar una indemnización de 3,7 millones de euros por una negligencia médica. Era una infección cerebral lo que tenía el niño, pero los médicos del hospital Meyer creyeron que era un tumor. Lo operaron en dos ocasiones con cirugías invasivas y dañinas, la primera cuando tenía poco más de un año y una segundo con cuatro. La víctima de este error médico, que ahora tiene 16 años, permanece en estado vegetativo.

La falta de un adecuado enfoque médico ha afectado la salud del niño y a la familia en general. Las dos intervenciones, que podrían haberse evitado con un tratamiento farmacológico lo han llevado a una condición de invalidez absoluta con una esperanza de vida de de 40 años.

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El juez Roberto Monteverde del Tribunal de Florencia ha ordenado al Hospital Meyer a indemnizar al niño, a sus padres y a su hermano mayor al considerar los daños provocados al niño, que es tetrapléjico a causa de las operaciones erráticas. Los jueces, en el cálculo de la indemnización también ha incluido la afectación a la familia, obligada a privarse de "la normalidad y la serenidad en sus relaciones cotidianas" con su segundo hijo, quien ha quedado marcado de por vida por los errores cometidos por los médicos que lo atendieron entre 2010 y 2013, según han publicado los medios italianos.

El niño padecía de encefalitis herpética, pero fue tratado y operado como si se tratara de una extirpación tumoral, según el informe médico compartido por el Tribunal florentino en el que quedaba reflejado un diagnóstico incorrecto de los médicos. En el expediente se habla de una lesión quística de naturaleza tumoral, sin que se considerara la posibilidad de que fuera consecuencia de una encefalitis herpética previa.

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Un diagnóstico equivocado que llevó a dos operaciones invasivas con el peor resultado: tetrapléjico en estado vegetativo

El Tribunal ha determinado que durante el proceso, antes de proceder a la operación, el personal médico tuvo la oportunidad de investigar más a fondo los hallazgos clínicos y de imagen electroencefalograma y resonancia magnética previa que se trataba de una encefalitis herpética. Los médicos le realizaron al niño, en 2012, una lobectomía temporal, extracción parcial o total del lóbulo temporal del cerebro completamente innecesaria, a partir de un diagnóstico equivocado.

Durante su ingreso en abril de 2012 en Neurología Pediátrica Meyer, el personal médico, a pesar de reconocer el examen histológico del material quirúrgico recolectado durante la extirpación de la lesión del polo temporal izquierdo, que demostraba las secuelas de encefalitis, inexplicablemente descartó una vez más una probable correlación con la encefalitis previa y, cuatro años después realizó una nueva craneotomía neuroquirúrgica, más invasiva que la anterior, al considerar que esta era la única manera de resolver la epilepsia que sufría el niño.

El niño fue sometido a dos ocasiones neurológicas sin un diagnóstico preciso y, lo que es más importante, sin que se proporcionara información adecuada a sus padres, en particular sobre la extrema incertidumbre que rodeaba el diagnóstico, según declaró el Tribunal de Florence que ha ordenado al hospital Meyer una mega indemnización por negligencia médica. Uno de los peritos durante el juicio explicó que "lo más apropiado era continuar con la farmacoterapia que con el tratamiento quirúrgico invasivo y altamente destructivo realizado" posteriormente.

Las consecuencias para la familia y el niño han sido catastróficas: ya no tiene percepción física ni cerebral del mundo exterior. Sus padres y su hermano han tenido que vivir con un profundo dolor diario que, según informes psiquiátricos, ha trastocado sus vidas. "Durante toda su vida, contemplarán conscientemente el sufrimiento —más o menos consciente— de su hijo", ha escrito el juez e la sentencia leída este lunes.