La denuncia de los familiares de David Rodríguez y Javier Marañón, los españoles detenidos en Guinea: alertan de que corren "peligro de muerte"
Los dos españoles se encuentran en la conocida prisión de Black Beach "en condiciones críticas de salud"
Recogen firmas para exigir la liberación de dos españoles detenidos en Guinea Ecuatorial: "Están en condiciones inhumanas"
Las familias de los ciudadanos españoles Javier Marañón Montero y David Rodríguez Ballesta, encarcelados por un supuesto caso de corrupción, han advertido este sábado de que corren "peligro de muerte".
"La situación es extrema: aislamiento total, ausencia de visitas y atención médica, pérdida grave de peso, y riesgo de muerte para ambos", ha resaltado en un comunicado sus familiares.
Los dos españoles se encuentran en la conocida prisión de Black Beach "en condiciones críticas de salud"
Denuncian que ambos están en detenidos "de forma arbitraria" desde hace más de nueve meses y que se encuentran en la conocida prisión de Black Beach "en condiciones críticas de salud y sin cargos concretos imputados".
El comunicado recuerda que el Parlamento Europeo ha aprobado una moción que exige "medidas inmediatas e incondicionales", incluyendo el levantamiento de la prisión preventiva para los dos ciudadanos españoles.
Sin embargo, advierten de que "pese a los esfuerzos de sus familias y la presión ejercida ante el Gobierno español, Ministerio de Exteriores, la Embajada y organismos internacionales, no se ha logrado avance significativo". Por ello piden "mayor firmeza y urgencia" al Gobierno español y a las autoridades europeas.
Por su parte, el Gobierno de Malabo ha negado que Marañón y Rodríguez estén sufriendo maltrato en las cárceles ecuatoguineanas y ha encuadrado su detención en una investigación por una supuesta trama de corrupción en el despliegue de la televisión digital terrestre en el país.
Detenidos tras investigar a su empresa por corrupción en un proyecto de Televisión Digital Terrestre
David Rodríguez Ballesta y el cordobés Javier Marañón Montero, permanecen encarcelados en la prisión de Black Beach, en Guinea Ecuatorial, sin cargos formales. Una detención que se produjo tras asistir a una reunión convocada por las autoridades en representación de su empresa, investigada por corrupción en un proyecto de Televisión Digital Terrestre (TDT). Según los familiares, ninguno de los dos tiene responsabilidades directivas ni participación en la toma de decisiones de la compañía, por lo que su encarcelamiento "afecta a trabajadores inocentes", dice Laura Marañón, hermana de uno de ellos.
Los familiares han denunciado públicamente que las condiciones en las que se encuentran son "inhumanas". Ambos permanecen aislados, sin visitas y con un acceso muy limitado a una atención médica. Javier ha perdido alrededor de 20 kilos desde su detención y su estado de salud se considera crítico, mientras que David también presenta problemas de salud graves.
La imposibilidad de comunicarse con ellos y la dificultad para enviarles ayuda agravan la preocupación de sus familias, que ya han reclamado la intervención de distintos organismos, incluidos el Ministerio de Exteriores y la Embajada española, así como a la Casa Real y otros internacionales, sin lograr avances concretos, según ellos mismos denuncian.
Ante la situación, han lanzado una campaña de recogida de firmas que busca presionar al Gobierno de España para que solicite directamente la liberación de ambos ciudadanos al presidente de Guinea Ecuatorial. La iniciativa recuerda que "cada día cuenta y que la prolongación del encarcelamiento sin atención adecuada podría poner en riesgo la vida de los dos trabajadores", dice Laura en el llamamiento que ha hecho público en la plataforma.