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Muchos hemos ido tachando los días en el calendario cuál niño que espera impaciente las vacaciones, pero de momento no ocurrirá. La ciudad que nunca duerme no está lista para despertar de su letargo de 60 días. Y mientras cuatro zonas del norte del estado de Nueva York comenzarán a reabrir sus territorios este fin de semana, en la Gran Manzana las restricciones probablemente continuarán hasta el 13 de junio, o al menos eso ha dicho el gobernador Andrew Cuomo.
En estos tiempos de coronavirus las noticias se dan en cifras. El número de contagiados, de fallecidos, de hospitalizaciones (nuevas o totales) y de pacientes recuperados de COVID-19 marca la actualidad desde hace más de dos meses. Sobretodo ahora que, en sitios como Nueva York, se vislumbra la desescalada, estos datos son más importantes que nunca. De ellos depende la vuelta a la `nueva normalidad´.
Han pasado ya 10 semanas desde que se detectó el primer caso en Nueva York y el estado continúa liderando las terribles cifras nacionales de personas afectadas por coronavirus (más de 340 mil contagiados y alrededor de 27.000 fallecidos en todo el estado). Hay zonas que se están recuperando, pero la Gran Manzana no es una de ellas. De momento sigue sin cumplir los siete criterios de salud que el gobernador Andrew Cuomo exige para poder iniciar la reapertura.
Nueva York ha sido la ciudad más castigada, representa un 60% de las muertes registradas por coronavirus en el estado. Dos datos le impiden comenzar la desescalada mañana. Primero, el número de nuevas hospitalizaciones no ha caído lo suficiente en la capital financiera de Estados Unidos (debe registrar únicamente a las 2 nuevas hospitalizaciones por cada 100,000 residentes). Segundo, la ciudad tampoco tiene disponibles más del 30% de las camillas hospitalarias. Estos dos suspensos podrían dejar la enorme urbe cerrada hasta junio.
La buena noticia es que hay otras cifras que pintan mejor: continúa bajando el número total de hospitalizaciones y la cifra de fallecidos cae desde hace 30 días. Además, se están haciendo muchas más pruebas de coronavirus a la población de lo que se esperaba.
Aprueban el examen cinco zonas al norte del estado: Finger Lakes, Mohawk Valley, Southern Tier, North County y Syracuse. Ésta última se ha incorporado a la lista justo ayer, tras ver un descenso continuado en la cifra de afectados por el COVID-19. Estos territorios a partir del viernes podrán reabrir parcialmente la construcción, fábricas y el comercio minorista.
Son 4 áreas con escasa población, nada que ver con la abarrotada ciudad de Nueva York, que cuenta con más de 8,6 millones de habitantes y alrededor de 27.000 restaurantes y 10.000 bares para reunirse.
En la Gran Manzana las autoridades han caído en la trampa. Han decidido que si no pueden mantener a la población confinada, habilitarán la ciudad para que por lo menos se respeten las medidas de distanciamiento social.
Desde el primer momento se ha insistido en la importancia de quedarse en casa, pero en cuanto sale el sol, los neoyorquinos se olvidan de la pandemia y se lanzan a las calles. Ante la amenaza de que este fin de semana los parques se vuelvan a llenar de gente (como ocurrió en el anterior), la ciudad ha cerrado el tráfico de más de una docena de calles adicionales para que los viandantes tengan espacio suficiente a la hora de respetar la distancia social con otras personas.
También se han habilitado carriles adicionales para circular en bicicleta. Un alivio para los que tratan de evitar el uso del metro (con casi 6 millones de pasajeros diarios). "Esto es importante", ha dicho el alcalde. "Muchos, muchos neoyorquinos están optando por usar las bicicletas para moverse más que nunca como parte de su vida cotidiana".
Se trata de un programa que, por supuesto, sigue las pautas del gobierno Federal, pero se adapta a la situación del estado. El nombre del plan de reapertura difiere en cada estado, depende de la inspiración de su gobernador. Aquí Cuomo lo ha llamado New York Forward (Nueva York Hacia Delante).
Según esta hoja de ruta, cada zona se evaluará 14 días después de comenzar una fase para decidir si pasa o no a la siguiente etapa. En Nueva York, de momento, la fase 1 podría no comenzar hasta junio, así que todos los negocios que habían comenzado a dibujar mentalmente la reapertura de sus compañías han tenido que volver a cambiar el plan. Incluso Broadway ha anunciado que no volverá a subir el telón hasta el próximo 6 de septiembre, un duro golpe para una ciudad que rara vez ha apagado sus luces.