La comunidad latina celebra su mes mientras se fortalece en Estados Unidos

  • El mes de la Herencia Hispana reconoce cada año desde 1998, del 15 de septiembre al 15 de octubre, la contribución de la comunidad latina a la historia y tradiciones de la sociedad estadounidense

Desde que en 1513 Juan Ponce de León llegara a Florida, dando inicio a más de 300 años de presencia activa española en Estados Unidos y al establecimiento de una potente comunidad hispana, han pasado muchas cosas. Entre ellas, el comienzo de la aventura norteamericana para los más de 62 millones de latinos que, según el censo, habitan hoy en este país.

Pero esto es solo una parte de lo que se festeja en el mes de la Herencia Hispana, que cada año desde 1998, del 15 de septiembre al 15 de octubre, reconoce la contribución de la comunidad latina a la historia y tradiciones de la sociedad estadounidense. Porque en estos momentos el país también celebra que los latinos representan ya más de la mitad del crecimiento del total de la población en la última década, conformando el 19% de esta, y contribuyen de forma notable al crecimiento de su economía.

Poder adquisitivo

De hecho, ya en 2019, según un estudio de la consultora Nielsen, el ritmo de crecimiento del poder adquisitivo de los hispanos fue de “más del doble” que el del resto de la población, prediciendo que para 2023 alcanzaría los 1’9 billones de dólares.

Un aumento del gasto que no ha parado de crecer desde entonces por parte de esta comunidad joven (con una media de 29 años) y que ha dejado cambios significativos en el conjunto de la economía y la demografía del país. Lo que ha provocado que en estos momentos los latinos sean un grupo cada vez más codiciado por empresas y partidos políticos, debido a la influencia que generan en los grupos de consumo y en el voto electoral.

Población y diversidad

También el volumen de población latina ha aumentado en los últimos años. Su presencia es notable en estados como Florida, Texas o California pero en sitios como Dakota del Norte se ha duplicado y en Montana creció un 50%, desde 2010 hasta 2020. De hecho, el incremento de la presencia hispana, desde esa fecha, se ha producido en todo Estados Unidos.

Esta diversidad de razas y orígenes, reunida bajo los términos de comunidad “latina” o “hispana” por una ley del Congreso de los Estados Unidos, en 1976, incluía la definición de “estadounidenses de origen o ascendencia española” a nivel étnico. La descripción se completaba con la identificación "de sí mismos como de origen hispanohablante” que “trazan su origen y descendencia de México, Puerto Rico, Cuba, América Central y del Sur, y otros países de habla hispana”, recogiendo un total de 20 países y dejando fuera a Portugal y Brasil.

Censo

Sin embargo, el censo de Estados Unidos no utiliza solo esta información para su recuento, ya que este se basa en una autoevaluación que permite que cada persona se identifique o no, como hispana. Además, según va aumentando el tiempo de permanencia de las generaciones de inmigrantes, la población que se identifica como hispana o latina disminuye. Así lo desvela una encuesta del Pew Research Center, donde se refleja que de los 42.7 millones de adultos con ascendencia hispana en Estados Unidos, en 2015, ya el 11% dijo no identificarse con el término hispano o latino.

Dentro de las corrientes migratorias que han nutrido el país durante los últimos años, se conforman varios grupos. Están los que llegaron hace ya 50 años y que tuvieron menos problemas de integración. Fue el caso de Lissette Abreu, de origen dominicano y hoy ciudadana estadounidense que destaca que a las nuevas remesas de migrantes les “cuesta más integrarse porque hay muchas facilidades para comunicarse solo en español”.

Llegados antes y después

“Cuando yo llegué de República Dominicana, hace 48 anos, no había ni siquiera clases de español en mi colegio de Passaic Park, New Jersey. Necesité la ayuda de una maestra particular, una hora cada día, para adaptarme a las clases en inglés. Aun así, creo que fue más fácil la integración para los que llegamos antes porque éramos muchos menos y no teníamos otra opción”, añade Abreu.

Y están los recién llegados, ya de adultos, como Denis Marsicovetere, fotógrafo guatemalteco residente en Washington DC desde hace dos años, quien destaca que, “si bien no todo el mundo tiene una vida fácil, en general los latinos trabajamos lo que sea necesario para lograr nuestros sueños y conseguir una vida mejor. Y generalmente lo hacemos con la calidez y la alegría con la que nos criamos. Eso es lo que yo hago como fotógrafo”, añade. “Procuro capturar momentos de felicidad que perduren en el tiempo y nos recuerden quiénes somos”.

Sin embargo, son los niños latinos nacidos en este país, no los migrantes recién llegados, los que están impulsando la mayor parte del crecimiento latino, según Pew Research Center. Y en 2019, el 80 por ciento de los latinos que vivían en el país eran ya ciudadanos estadounidenses, un número que ha ido creciendo de manera constante durante estos años.

El idioma

Pero en general, la comunidad hispana, latina o latinx, como se la denomina últimamente por una parte de los medios de comunicación e incluso de la clase política, no sin cierta controversia, se siente unida por compartir una historia de superación y el uso de un idioma común: el español.

Porque como destaca The Hispanic Council, un organismo independiente que promueve las relaciones entre España y EEUU, en este país más de 42,1 millones de personas hablan español de manera oral y escrita. Y si se suma las que tienen una competencia limitada del idioma, la cifra aumenta a 58,2 millones de personas, un 18% de la población.

Quién le iba a decir a Ponce de Leon que, más de 500 años después de su llegada a Florida, hay toda una comunidad en Estados Unidos que representa a más de 20 países, comparte una herencia común que va mas allá del idioma y un legado cultural compuesto por la diversidad de cada uno de sus lugares de origen, que sigue dando forma a un nuevo país.