"Aprovechan los cortes de luz para irrumpir en las casas de noche y llevarse a la gente": testimonios de la represión en Cuba

Lina (nombre ficticio) es cubana, vive en Madrid y le cuenta a NIUS que ayer consiguió hablar con su hermana, residente en La Habana. Le contó que "es por la noche, cuando hay cortes de luz, cuando irrumpen en las casas". Que ella "ha escuchado a gente corriendo y a la policía detrás".

No es fácil encontrar testimonios directos. Hay temor por las represalias del Gobierno de Miguel Díaz Canel tras las protestas que estallaron el 11 de julio. "Es una olla a presión, tenía que llegar y la precaria situación se ha desbordado con la covid", nos cuentan.

Los arrestos también siguen produciéndose a la luz del día. En un vídeo difundido por Reuters se ve cómo un joven que grita en una calle de la localidad de Gibara es detenido de inmediato por una patrulla policial. Se llama Karel Aguilar y tiene 23 años.

La madre del joven, que vive en Austria, ha pedido ayuda en la red social Facebook para encontrarlo tras recibir la noticia de su arresto. "¡Gente de Gibara, todos ustedes son cobardes! A mi hijo le detuvieron por tener el valor de gritar por todos los cubanos oprimidos, y ustedes simplemente se escondieron como cucarachas y ratones", clama Anis Aguilar.

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, por su parte, denuncia que "fuerzas represivas del régimen golpean y disparan a un joven" frente a sus hijos y se lo llevan.

En las imágenes que ha difundido en redes sociales se ve cómo hombres armados entran en una vivienda en Cárdenas, en la provincia de Matanzas. Después, una mujer muestra entre lloros lo que parece sangre en el suelo y lamenta: "¡Mira lo que le han hecho a mi marido! ¡Se lo llevaron! ¡Acabaron con mi casa!". Continúa entre gritos desesperados: ¡Todo, todo me lo rompieron!

"Es una cacería lo que está sucediendo en Cuba", dice un vecino

"Están haciendo registros, la gente huye de sus casas", advierte el Observatorio Cubano de Derechos Humanos". "Acá en mi pueblo hay gente que está huyendo de sus casas, escapando de la represión, durmiendo fuera de sus hogares". "Es una cacería lo que está sucediendo en Cuba", denuncia un vecino.

Rigoberto Caceller, de la plataforma "Cuba, ¡democracia ya!", cuenta desde Madrid: "Sigue habiendo protestas y mientras no se solucione el problema del hambre estas seguirán. La gente no aguanta más, está harta. La tiranía tiene los días contados". Y pide el apoyo de la nación española.

Una vecina de La Habana le cuenta a Reuters: ""Con estas revueltas en el país, con la gente que no está de acuerdo en muchas cosas y todo lo que está pasando, nos tienen demasiado presionados".

Las redes sociales permitieron en los primeros momentos amplificar y difundir las mayores protestas contra el Gobierno en décadas. Pero ahora Cuba ha restringido el acceso a las redes sociales y plataformas de mensajería, incluidas Facebook y WhatsApp, ha advertido la firma global de monitoreo de Internet NetBlocks.

"No he podido conectarme en línea. Durante muchos días nadie aquí ha podido hacerlo porque cortaron la conexión a Internet. Mi esposo está en México, no he podido hablar con él. Nada. Todo esto es lo que ellos (el Gobierno) quieren", lamenta una vecina a Reuters.

Miles de cubanos se unieron a las manifestaciones en una veintena de localidades el domingo 11 de julio para protestar contra una profunda crisis económica que ha provocado escasez de productos básicos y cortes de energía. Al grito de "¡Abajo la dictadura!" y "¡Libertad!", pedían cambios políticos. Criticaban también la gestión de la pandemia de coronavirus, cuya crisis ha aumentado el malestar entre la población.

El Gobierno de Díaz-Canel, en su línea, ha afirmado que las manifestaciones fueron orquestadas por contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos.

Entrentanto, el viceministro del Interior de Cuba, el general de brigada Jesús Manuel Burón Tabit, ha dimitido por estar en desacuerdo con el uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes.

Desde la distancia, en Madrid, una compatriota le cuenta a NIUS: "En Cuba se nos ha quitado todo, hasta el miedo. También, el poder de pensar, la dignidad".