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La empresa de máquinas de votación, Dominion Voting System, ha presentado este lunes una demanda contra el abogado de Trump, y exalcalde de Nueva York Rudolph W. Giuliani, en base a sus afirmaciones sin fundamento de que los resultados electorales del pasado noviembre fueron manipulados, y por la que solicita una indemnización de 1.300 millones de dólares por daños y perjuicios.
La denunciade 107 páginas presentada ante Tribunal Federal de Distrito en Washington, se basa en más de 50 declaraciones que Giuliani realizó en audiencias legislativas, en Twitter, en sus podcasts y en algunos medios de comunicación conservadores, donde el letrado ha manifestado insistentemente que el fabricante de las máquinas de votación llevó a cabo un complot para otorgar el resultado de los votos a favor del presidente Biden.
"Tal como pretendían Giuliani y sus aliados, la `Gran Mentira´ (del fraude) se volvió viral en las redes sociales cuando la gente tuiteó, retuiteó y se enfureció porque Dominion les había robado sus votos", reza la demanda presentada.
John Poulos, director ejecutivo de Dominion, ha manifestado que su empresa ha emprendido acciones legales contra Giuliani, tanto para subsanar la reputación de Dominion como para devolver la confianza en los sistemas electorales estadounidenses.
“Para Dominion, cuyo negocio es producir y proporcionar sistemas de votación para las elecciones, no hay acusaciones que puedan dañar más el negocio de Dominion o impugnar la integridad, ética, honestidad e integridad financiera de Dominion”, dice la demanda. "Las declaraciones de Giuliani provocaron indignación y causaron un daño enorme a Dominion".
Pero más allá de afirmar que Dominion había robado las elecciones "tecnológicamente", el polémico abogado que ha liderado las acciones legales de la campaña de Trump para impugnar los resultados electorales, dijo en uno de sus podcasts - publicado en su canal de internet “El Sentido Común de Giuliani”-, que dicha compañía fue creada en Venezuela.
“Dominion no se fundó en Venezuela para arreglar las elecciones de Hugo Chávez”, dice la demanda. “Fue fundada en 2003 en el sótano de John Poulos en Toronto para ayudar a las personas ciegas a votar en boletas de papel”. La demanda añade que la sede de la compañía en Estados Unidos se encuentra en Denver (Colorado).
Pero no es la primera acción legal que la empresa privada emprende en este sentido. Antes de enfrentarse a Giuliani, a principios de enero Dominion ya inició una causa contra Sidney Powell, una exabogada del equipo de Trump que también acusó a la empresa de software y fabricación de máquinas de votación, de fomentar el fraude electoral.
En conferencias de prensa y apariciones en medios de comunicación, la activista conservadora y ex fiscal federal Powell, afirmó sin pruebas que Dominion fue creada en Venezuela para manipular las elecciones en favor del fallecido presidente Hugo Chávez y que la compañía, sobornó a autoridades de Georgia para adjudicarse un contrato sin licitación.
“Las aberrantes acusaciones de Powell son demostrablemente falsas”, dijeron los abogados de Dominion en la demanda contra la acusada jurista, mientras le reclamaban, al igual que a Giuliani, otros 1.300 millones de dólares por daños y perjuicios.
La letrada, que en nombre del entonces presidente Trump, había presentado en Georgia una demanda impugnando el resultado electoral de este estado, un día antes de la inauguración presidencial de Biden, el 20 de enero, tomó la decisión de retirarla.
Dominion Voting System es a segunda empresa más importante de equipos de máquinas de votación de Estados Unidos con sede internacional en Canadá. Sus diferentes modelos de dispositivos electrónicos se utilizaron en las presidenciales de 2020 en más de dos docenas de estados, tanto de tendencia republicana, como demócrata, así como en los estados claves o bisagra, incluyendo Georgia, enclave crítico que ganó Biden, y que dio a los demócratas control del Senado de los Estados Unidos.
La demanda también vincula las declaraciones falsas de Giuliani sobre Dominion con el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, al señalar que el letrado republicano mencionó a la compañía en su discurso en un mitin a favor de Trump antes del ataque, tal y como anteriormente había hecho en numerosas ocasiones en las redes sociales.
El alcance de la desinformación sobre la empresa provocó innumerables amenazas de violencia contra los empleados, afirma la demanda, en la que asegura que un trabajador recibió mensajes de texto que decían: “Ya lo estamos observando. Ven limpio y vivirás".
En otro mensaje voz enviado al servicio de atención al cliente, alguien sin identificar dejó dicho: "Estamos recuperando el pelotón de fusilamiento".
Debido a estas amenazas, Dominion ha gastado 565.000 dólares en seguridad personal, además de haber incurrido en 1,17 millones de dólares en gastos relacionados con la campaña de falsa información tras la celebración de las elecciones, de acuerdo con el documento presentado en la Corte Suprema.
“Dominion presenta esta acción para aclarar las cosas, reivindicar los derechos de la empresa bajo la ley civil, recuperar daños compensatorios y punitivos, y defenderse a sí misma, a sus empleados y al proceso electoral”, se lee en la demanda.
Por otro lado, un grupo de abogados presentó una denuncia de ética contra Giuliani ante los tribunales de Nueva York, pidiendo que sea investigado y que se suspenda su licencia de abogado por promocionar las acusaciones falsas del expresidente Donald Trump sobre las elecciones de 2020.
Lawyers Defending American Democracy, que incluye a ex jueces y abogados federales entre sus miembros, envió la denuncia al Comité de Quejas de Abogados del sistema judicial del estado, diciendo que Giuliani ha violado las reglas de conducta profesional.
"Giuliani ha encabezado una campaña pública a nivel nacional para convencer al público y a los tribunales de un fraude electoral masivo y una elección presidencial robada", dice la denuncia.
Prácticamente todas acciones legales interpuestas por el equipo de abogados de Trump en diferentes estados -más de 60 demandas - en las que acusaban al Partido Demócrata de haber robado las elecciones, fueron desestimadas, incluyendo las dos del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, de mayoría conservadora y que integra a tres jueces nominados por Trump.
Los gobernadores republicanos de Arizona y Georgia, considerados estados clave para la victoria de Biden, también avalaron la integridad de las elecciones en sus estados.
El exfiscal general de Trump, William Barr, quien ha sido fiel aliado de Trump prácticamente hasta el final de su legislatura, también confirmó por su parte que no hubo fraude en los comicios del pasado 3 de noviembre.
Una declaración emitida poco después de las elecciones por la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad federal, anunció que no había evidencia de que ninguna máquina de votación estuviera comprometida y calificó las elecciones de 2020 como "las más seguras en la historia de Estados Unidos".
Giuliani por su parte, ha dicho en un comunicado que la demanda que le acusa de "declaraciones difamatorias", le permitirá le investigar el historial de finanzas de Dominion, así como sus prácticas de empresa. Para su defensa, amenazó con una contrademanda alegando violación de su derecho constitucional a la libertad de expresión.
"La cantidad que se pide tiene, obviamente, la intención de asustar a las personas de corazón débil", dijo Giuliani. "Es otro acto de intimidación por parte de la izquierda llena de odio para borrar y censurar el ejercicio de la libertad de expresión, así como la capacidad de los abogados para defender enérgicamente a sus clientes".