Violencia machista

Maritza, la mujer asesinada en Getafe, gritó pidiendo auxilio y clamando que alguien llamase a la Policía: “¡Mi marido me mata!”

Agentes de la Policía Nacional frente al edificio donde Martiza fue asesinada a manos de su marido, en Getafe. Europa Press
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Los vecinos de Maritza, la mujer de 61 años asesinada por su marido, Florindo, de 63, en Getafe, Madrid, permanecen conmocionados por lo ocurrido. Tras 20 años de matrimonio, el sexagenario acabó con su vida asestándole hasta nueve puñaladas en el pecho. Todo, mientras ella suplicaba pidiendo auxilio, gritando para que alguien llamase a la Policía.

Cuando los agentes llegaron al lugar del crimen, el asesino se negaba a entregarse, continuando con una actitud muy agresiva. De hecho, los efectivos policiales tuvieron que reducirle tras dispararle con una pistola táser, puesto que se negaba a entregar un cuchillo que portaba en su mano y con el que también se estaba lesionando tras acabar con la vida de su esposa.

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El asesinato de Maritza en Getafe

Fue a primera hora de la mañana, sobre las 7:00 horas, en la calle Maestro Turina de Getafe, cuando algunos vecinos, sobrecogidos, empezaron a escuchar los gritos que Maritza profería pidiendo ayuda: “¡Mi marido me mata!”, exclamaba, tal como recogen las declaraciones de una vecina recogidas por ‘El Mundo’.

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Testigo de los hechos, la vio ensangrentada por el patio de la vivienda justo antes de que, según ha relatado, su marido la agarrase del pelo y la arrastrase “hasta un cobertizo” que tenían, donde siguió asestándole puñaladas.

Para cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, nada pudieron hacer por la vida de la mujer, que estaba ya sin signos vitales, víctima de un nuevo asesinato por violencia machista.

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El asesino, por su parte, y tras ofrecer resistencia, fue detenido por agentes del Grupo de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional (GAC) y del Grupo Operativo de Respuesta (GOR).

No había denuncias previas ni registros en el sistema Viogen

Según fuentes policiales, no constaban denuncias previas y la mujer no aparecía tampoco en el sistema Viogen, el ‘Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género en España’.

En el momento de los hechos no había nadie en el domicilio donde se produjo el crimen. Sin embargo, sobre las 10 de la mañana, apenas unas horas más tarde de que se produjese el asesinato, la propia hija de Maritza descubrió la muerte de su madre, llegando a desmayarse varias veces, según recoge El Mundo.

El asesino, Florindo, había intentado suicidarse con anterioridad

Según un hermano de la víctima, Florindo tenía problemas de depresión y ya había intentado quitarse la vida previamente. Incluso, 15 días antes del crimen, pero Maritza impidió su suicidio.

"Tres veces le salvó la vida, tendría que haberle dejado morir", ha expresado, sumido en el desconsuelo por lo ocurrido.

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