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Qué multa puedes recibir por llevar la matrícula del coche en mal estado o sucia

Una matrícula totalmente ilegible por la suciedad
Una matrícula totalmente ilegible por la suciedadUnsplash
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La matrícula es un elemento de gran importancia en nuestro vehículo, pues es la principal vía de identificación del mismo (aunque no la única, pues también está el número de bastidor o código NIV). Por tanto, como es el equivalente a nuestro Documento Nacional de Identidad, debemos procurar que esté en buen estado y sus números y letras sean perfectamente legibles, tanto por una autoridad de tráfico como por las cámaras de los velocímetros y radares que midan nuestra velocidad y nos puedan sancionar si excedemos la máxima permitida en cada vía.

Cómo debemos cuidar nuestra matrícula para evitar multas

El artículo 10.2 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece claramente que “el conductor debe verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura e identificación”. Por tanto, establece de forma clara y concisa que debemos llevarla en condiciones para que se puedan leer sus letras y números.

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Si la llevamos en mal estado, por ejemplo oxidada, con la pintura de las letras y números descolorida o simplemente sucia por ejemplo de barro al haber circulado fuera de carretera, nos exponemos a una sanción que podría costarnos 200 euros de multa si se considera que este mal estado no ha sido provocado intencionalmente (un supuesto que veremos más adelante). Tiene consideración de infracción grave porque impide la correcta identificación de cada vehículo que circula por la vía.

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El caso más frecuente puede ser el de llevar la matrícula sucia. Aquí entraría en juego el estado de suciedad y el criterio de la autoridad sancionadora. No es lo mismo que no esté demasiado blanco el fondo a que esté cubierta de barro o polvo, en cuyo caso la sanción sería la misma que no llevar placas de matrícula, porque si no se puede identificar el vehículo, es como ir sin nada.

También hay la obligación de llevar sistemas de alumbrado de placas de matrícula. Este caso específico está regulado por el artículo 103 del Reglamento General de Circulación, que establece lo siguiente: “Todo vehículo (...) debe llevar siempre iluminada la placa posterior de matrícula y, en su caso, las otras placas o distintivos iluminados de los que reglamentariamente haya de estar dotado, teniendo en cuenta sus características o el servicio que preste”.

Otras situaciones que estarían dentro del supuesto de que la matrícula tiene circunstancias que “impidan o dificulten su lectura e identificación” sería por ejemplo tener doblada o rota. Así pues, habrá que estar pendientes periódicamente sobre el estado de la placa identificativa, pues puede que estos dos supuestos sucedas por causa de un tercero que la dañe por ejemplo aparcando, pero la sanción posterior sería cosa nuestra. Además, llevar la matrícula en mal estado puede aumentar las posibilidades de no pasar la ITV.

En el caso de que necesitemos instalar un repuesto a causa del deterioro, simplemente deberíamos ir a un centro autorizado de expedición de placas con la documentación del vehículo y que fabriquen unas nuevas. Después podrías colocarlas tú o que lo hagan en un taller. El coste por la fabricación de placas es de unos 20-30 euros, dependiendo de si necesitas que las monte un profesional. El coste, de todos modos, sería mucho más económico que los 200 euros de multa.

Agravantes si se quiere evitar la identificación

En los casos anteriores, aunque con consideración de falta grave, se tienen en cuenta circunstancias que podríamos considerar accidentales o de falta de mantenimiento por parte del conductor, pero en ningún caso intencionalidad del mismo por querer ocultar el número de matrícula al resto de usuarios o a las autoridades sancionadoras. Sin embargo, si se quiere ocultar intencionadamente la identificación del vehículo, la suma sube bastante al considerarse un agravante.

Este es caso, por ejemplo, de utilizar elementos como aerosoles, que supuestamente actúan como reflectantes. Hay un mito en el que se dice que utilizar por ejemplo laca de pelo sobre la matrícula hace que el flash se refleje, lo que impediría para un radar identificar correctamente la numeración de la matrícula. De hecho, se venden sprays específicos para este fin, pero ha sido desmentido que funcione, ya que solamente volvería la matrícula más brillante, pero no ilegible.

El caso más grave es que las autoridades de tráfico descubran que se ha intentado manipular las placas de matrícula. Aquí la cosa sube hasta 6.000 euros de multa, con retirada de 6 puntos del carnet de conducir. Hablamos de ejemplos en los que la picaresca puede salir muy cara, como sistemas de ocultación de matrícula que se accionan con un mando a distancia y tapan parcial o completamente la placa, adhesivos para falsear alguna de las letras o números o incluso la colocación de placas falsas, el caso más extremo y que puede tener incluso penas de prisión de 3 a 6 años por delito de falsificación de documento público.