Secuestros

El viaje de la madre de Khaley a Egipto, las tres agresiones del padre y el engaño del hermano: la cronología completa

Alba, junto a su hija Khaley; la joven denuncia que la pequeña lleva tres años secuestrada en Egipto. Informativos Telecinco / Cedida
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Alba Marina, la madre de Khaley Rodríguez Gómez, la niña madrileña de cuatro años que desapareció en 2022 después de que se la llevara su familia paterna a Egipto, sigue luchando para recuperar a su hija. La joven, que ha denunciado que han comprometido a su hija con un niño de nueve años, ha comenzado a tomar acciones legales para que las administraciones españolas realicen una reclamación diplomática por secuestro.

La madre de la pequeña asegura haber sido coaccionada y presionada por el entorno familiar de su expareja para lograr que la menor saliera del país. Afirma haber sufrido agresiones físicas por parte del padre biológico de la niña (aporta imágenes) e incluso viajó hasta Egipto para tratar de resolver la situación y tuvo que salir escoltada, después de ver por última vez a su hija. Así lo confirma la progenitora a través de su portavoz, Joaquín Amills, el presidente de SOS Desaparecidos, que ha atendido al portal web de Informativos Telecinco para repasar toda la cronología del caso.

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La cronología del secuestro de Khaley y las agresiones físicas que denuncia su madre

Arrancamos por el principio. "Alba tuvo una relación con este hombre, Ahmed, con el que se lleva bastantes años. La niña nació en 2020. Los padres vivían juntos y él acompañó en el parto. Sin embargo, en 2021, Alba ya recibió una paliza por parte del individuo en una discusión. La estampó contra las paredes, la tiró al suelo y la echó de casa. Los vecinos escucharon los gritos y llamaron a la Guardia Civil. Ahmed se quedó con la niña en la vivienda mientras la madre aporreaba la puerta", explica Amills.

"Al llegar la Guardia Civil, le dijeron al hombre que dejara a la niña, pero se negó y la cosa se puso seria, hasta que finalmente entregó la niña a Alba y la dejó entrar en la vivienda. Se lo llevaron preso y dijo que iba a 'quemar la casa' con Alba y la niña dentro. El juzgado tomó medidas cautelares y dictó una orden de alejamiento. La Policía le investigó y, al registrar una parcela que tiene con una autocaravana, encontraron armas, munición y objetos robados, por lo que decidieron también colocarle una pulsera telemática", agrega Amills.

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Alba, en aquel entonces, tenía 21 años. Era una persona muy joven. No obstante, se encargó de todos los cuidados. De hecho, en el Registro Civil la niña solo aparece con los apellidos de la madre.

"Ahmed alegó que no la reconocía por temas familiares de religión, aunque Alba tenía esperanzas de que lo hiciera. Porque da igual lo que hagas o digas que, aunque seas el padre biológico, si no estás civilmente registrado como padre, no eres nada. No tienes ningún derecho porque no estás asumiendo ningún deber. Ser padre o madre no solamente es tener derechos, es tener deberes", precisa Amills.

Llegado el 2022, la pareja rompió la relación. Fue entonces cuando empeoró la situación: "Meses antes del 25 de julio de 2022, que es cuando se llevaron a la niña, la familia de él (que tiene familia en España y él estaba en España también en ese momento, poco antes de irse) empezó a decirle que la abuela paterna de la niña estaba muy mala, que se iba a morir y que le haría ilusión conocer a todos los nietos, porque no había conocido antes a Khaley. Alba se opuso, dijo que no, pero la familia la presionó".

El engaño del hermano del padre de Khaley: se hizo responsable y nunca trajo de regreso a la menor

El hermano del padre biológico, Mohamed A. T., fue quien se reunió con Alba y quien le dijo que se iba a hacer responsable, porque el padre biológico tenía la orden de alejamiento y la pulsera telemática. Fue el hermano "quien dijo que iba a viajar con la niña a Egipto".

La madre de la pequeña, entonces, "que era una víctima de violencia de género" (y "aquí habría que entrar en las manipulaciones psicológicas a estos perfiles"), fue convencida. Dos días antes de que Khaley se fuera, "hizo su pasaporte y firmó la autorización" para que el tío de la niña viajara con ella a Egipto y regresara con ella el 12 de septiembre bajo compromiso.

"La autorización era para el hermano del padre, no para él. Fue Mohamed quien embarcó con la niña. Que luego se vieran con el padre biológico o no, o que el padre ya estuviera en Egipto a su llegada, no lo sé. Pero si tú no cumples lo que has dicho estás entrando en un secuestro", comenta Amills, que no entiende cómo pudo viajar el padre a Egipto cuando tenía puesta la pulsera telemática.

El caso es que, Alba, viendo que no regresaba la niña en septiembre, "llamó al padre biológico, pero este le manifestó que se iba a retrasar un poco porque estaba arreglando unos papeles tras tener un accidente de tráfico pero que en breve la llevaría".

La madre de la pequeña "se desesperaba al saber que era mentira, pero le dijo que el 12 de diciembre era su cumpleaños y que quería a la niña en España de vuelta para entonces". Sin embargo, Ahmed no la devolvió y tanto él como su familia "cortaron la comunicación telefónica".

El viaje de Alba a Egipto para ver a Khaley: estuvo con ella brevemente y grabó un vídeo

"El 12 de diciembre, el día de cumpleaños de Alba, decidió marcharse a Egipto a buscar a su hija y puso la denuncia por desaparición en España. Una vez llegó al país africano, empezó a hacer averiguaciones y a llamar a la familia paterna, hasta que se puso en contacto con ella Ahmed y le preguntó dónde estaba. Se lo dijo y este apareció con un pastel para celebrar su cumpleaños y la llevó con otros familiares", explica Amills, que destaca que su amabilidad se terminó poco después, cuando habló con Alba sobre la denuncia en España. En ese momento, le pegó otra paliza e intimidó con un arma. Era la segunda vez que ella era agredida.

Entre la llegada de Alba a Egipto y esta nueva paliza, eso sí, la madre pudo ver a la pequeña Khaley, que había estado con la abuela paterna, y grabó un vídeo muy importante para ella. En el documento aparece la niña "muy alegre por ver a su madre", pero su "mirada cambia a triste cuando le dice que se va a tener que ir". La pequeña "mira al suelo y le hace una señal de que se quede".

La familia paterna de Khaley, una vez fue agredida Alba, le impidió volver a tener noticias de la niña. La madre, entonces, intentó denunciar ante la policía egipcia, pero no lo consiguió, "sólo encontró problemas" y "se la sacaron de encima". "Ella dijo todo, pero le dijeron que era un tema del Convenio de La Haya, al que no está suscrito Egipto, cuando eso no tiene nada que ver. Ese tratado se refiere a sustracciones parentales y en este caso no existe, lo que existe es un secuestro. La respuesta judicial debe cambiar ante una sustracción que ante un secuestro", comenta Amills.

La situación se volvió extremadamente peligrosa. Temiendo por su vida, Alba contactó con la Embajada de España en El Cairo, que intervino de forma urgente para asistirla. "El día 28 por la tarde, sobre las 18:00 horas, le dijeron que estuviera lista a primera hora del día 29, en la madrugada, porque iba a ir personal de la embajada a recogerla para acompañarla hasta el avión de regreso a España. Gracias a la ayuda diplomática, consiguió salir del país. De hecho, fue acompañada hasta el Aeropuerto Internacional de El Cairo y escoltada hasta la misma puerta de embarque ante el riesgo real de represalias o agresiones si permanecía en el país.

Cuando regresó a España, decidió realizar declaraciones sobre su caso, pero empezó a recibir amenazas de muerte y mensajes en los que ·decían que era fácil hacer desaparecer a la niña o venderla". Además, ya el año pasado, volvió a recibir otra paliza por parte de familiares de Ahmed en Madrid (hay una imagen de la espalda que tiene las marcas de cinturones). Por estos hechos se tenía que haber celebrado un juicio. No obstante, fue aplazado por el apagón eléctrico en España y se volvió a programar para el próximo mes de septiembre.

La madre consiguió imágenes de la pequeña desde España

Las últimas novedades llegaron hace unas semanas. "Un miembro de la familia de Ahmed, que está enfrentado con su entorno, le dijo a Alba que se había celebrado días antes una fiesta por todo lo grande porque a la niña la han prometido con un niño que tiene nueve años y que se casaría con ella con 15. Es algo que se suele hacer allí. Y se lo dijo para que lo supiera", precisa Amills.

Es entonces cuando Alba ya explotó. Vio que todo lo que había hecho no ha servido para nada. Por ello, se ha volcado en la batalla legal desde nuestro país. Amills asegura que la "reclamación debe ser de la policía y los juzgados españoles, pero que hay muchas trabas".

"En Egipto van a intentar proteger al máximo al hombre. Pero la ley de allí no vale, porque Khaley es una ciudadana española y para cambiar el estatus de la paternidad tiene que que ser en España. La niña no tiene doble nacionalidad. Y, aún suponiendo que el padre quisiera someterse a pruebas de ADN para corroborar que es el padre biológico, tendría que hacerlo aquí", sentencia el presidente SOS Desaparecidos.

Khaley lleva casi tres años secuestrada, asevera su madre: "No se ha respetado su derecho a regresar a su país de residencia habitual (España), ni su vínculo con su madre y hermana". Ahmed sigue sin permitir el retorno de la menor y "continúa la tortura emocional". Alba continúa luchando en los tribunales españoles, mientras sufre un deterioro emocional y económico grave.

Ha denunciado "la violencia institucional, el desamparo internacional y el abandono legal que sufren madres en casos como este". Algunas instituciones y responsables políticos muestran interés y "tratan de intermediar, pero las vías diplomáticas no logran avances concretos debido a la postura de Egipto". Esperan novedades desde Exteriores. Para recaudar fondos, la joven ha abierto una campaña en GoFundMe.