La madre de Miguel Moreno Dapena, tras más de 20 días interceptado por la armada venezolana: "Es una situación muy difícil"

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La madre de Miguel Moreno Dapena cuenta cómo se encuentra la familia desde que interceptaron a su hijo.. EFE
  • Miguel Moreno Dapena viajaba en el barco N35, que fue interceptado por comportamiento "muy sospechoso"

  • El pasado 20 de junio, bajo el dominio de la armada venezolana, envió el último mensaje de WhatsApp a su familia

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Miguel Moreno Dapena es el español que fue interceptado a mediados de junio por la Armada de Venezuela. La familia del periodista canario lleva 24 días de angustia y sufrimiento, sin tener noticias de él y rogando a las autoridades de Caracas saber dónde y cómo está el joven.

La intercepción de Miguel Moreno en Venezuela

Moreno Dapena, de 34 años, llevaba tiempo enrolado en el N35, un barco de exploración marina con bandera de Panamá, capitán neerlandés y empresa belga (Siatec) que se dedica a buscar precios de buques hundidos durante la II Guerra Mundial y que, en las últimas semanas, se movía en el entorno del Caribe y la costa oriental de Venezuela.

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Tras 12 días sometido a vigilancia y seguimiento, el N35 fue interceptado el 13 de junio por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a 50 millas (92 km) del delta del Orinoco, al considerar que realizaba "investigaciones científicas" con un comportamiento "muy sospechoso" en la zona económica exclusiva del país, según informó cinco días después el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

A partir de ahí, el N35 fue conducido el 15 de junio a Isla Margarita, al puerto de Guamache, donde el barco y sus nueve tripulantes quedaron en situación de custodia preventiva. A esos días se remonta la última comunicación de Miguel Moreno con su familia, según ha relatado su madre, María Jesús Dapena.

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Miguel Moreno Dapena, periodista canario interceptado.

El último whatsapp de Miguel Moreno a su familia y 24 días de silencio: "Es una desaparición forzada"

La madre de Miguel Moreno detalla que la última vez que supieron que su familiar estuvo con vida fue el pasado 20 de junio debido a que el WhatsApp del periodista canario estuvo conectado a la red a las 04:48 horas en España (23:48 horas del 19 en Venezuela).

Ese día 19 ocurrió su última comunicación con sus padres, Miguel Moreno contó que los oficiales de la Armada venezolana estaban siendo muy amables con ellos, que "algunos tienen abuelos canarios" y que les habían dejado bajar puntualmente a tierra a comprar víveres.

De hecho, el español llegó a enviar algunas fotos de las tiendas donde compró y dijo que los iban a llevar a declarar a la Fiscalía. Desde entonces, silencio. No han vuelto a saber nada más de su hijo y la madre confiesa estar totalmente desesperada.

"Ya son 24 días sin novedad, sin novedad, sin novedad...", explica María Jesús Dapena, que está recibiendo asistencia del Ministerio de Asuntos Exteriores español para intentar averiguar cómo se encuentra su hijo y qué cargos se dirigen contra él, si es que hay alguno, y ha comunicado ya a Naciones Unidas su "desaparición forzada".

Tampoco se sabe nada de sus ocho compañeros de tripulación: el capitán y su mujer, neerlandeses, tres marineros hondureños, un panameño, un indonesio y una tripulante húngara.

"Solo pedimos a las autoridades venezolanas que informen a la Embajada de España y al resto de embajadas sobre dónde se encuentran y dónde", recalca la madre de Miguel Moreno.

La madre de Miguel Moreno: "La esperanza no la pierdo"

Morena Dapena, español en Venezuela

Isabel Dapena espera que todo se aclare cuanto antes, porque está convencida de que en el N35 no hacían "absolutamente nada ilegal". De hecho, recela de que se describa su actividad como de "cazatesoros".

"Se dedican a exploración submarina y, cuando localizan un pecio, solicitan a las autoridades el derecho o el permiso para explotarlo. Se fueron a Trinidad y Tobago porque estaban esperando unos permisos que habían solicitado aquí en Europa", relata.

La madre del tripulante español cree que en el N35 pensaban que estaban trabajando en aguas internacionales y que, probablemente, cometieron el error de pasar por alto que esa zona, el Esequibo, es considerada por Venezuela como parte de su territorio a todos los efectos, aunque esté sujeta a un contencioso con la vecina Guyana.

"La esperanza no la pierdo, porque ellos no han hecho nada, ni son espías ni son terroristas ni son nada de nada. Yo espero que, cuando prueben que es un barco de expedición, los suelten. Es una situación muy difícil para la familia levantarte cada día con esta incertidumbre", relata.

Tanto la representación consular española como Autoridad Marítima de Panamá han anunciado que están haciendo gestiones con Venezuela para prestar asistencia a los tripulantes del N35.