Caso Diana Quer

Nueve años del crimen de Diana Quer: 'El Chicle' permanece en prisión con permisos en el horizonte, pero fuera de su alcance

Nueve años del crimen de Diana Quer: 'El Chicle' permanece en prisión con permisos en el horizonte, pero fuera de su alcance
El historial violento y la nula evolución de 'El Chicle' hacen inviable su acceso a beneficios penitenciarios. EFE / Informativos Telecinco
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Este viernes 22 de agosto de 2025 se cumplen nueve años del crimen de Diana Quer, la joven madrileña asesinada en la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal tras desaparecer una madrugada de verano.

El autor de su muerte, José Enrique Abuín Gey, alias 'El Chicle', permanece recluido en la cárcel de Villahierro, en León, donde cumple una pena de prisión permanente revisable por asesinato, agresión sexual y detención ilegal.

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Aunque la ley le permitiría solicitar salidas temporales a partir de finales de 2025, su historial violento y reincidente, junto con su escasa evolución penitenciaria, hacen más que improbable cualquier medida de flexibilización. El tercer grado, por su parte, no podrá ni planteárselo hasta 2039, una fecha lejana y con condiciones judiciales estrictas.

Un crimen que sacudió a España

La madrugada del 22 de agosto de 2016, Diana Quer, una joven madrileña de 18 años, desapareció en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) cuando regresaba caminando a casa tras una noche de fiestas. El país entero se volcó durante más de 500 días en su búsqueda. La angustia terminó el 31 de diciembre de 2017, cuando 'El Chicle' confesó haberla asesinado y condujo a la Guardia Civil hasta el pozo donde había ocultado el cuerpo, atado con ladrillos, dentro de una nave abandonada.

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La investigación fue tan compleja como mediática. Abuín, que estaba casado y tenía una hija -convivió con su pareja siendo un asesino-, fue detenido inicialmente por intentar secuestrar a otra joven en Boiro, un caso que reabrió las sospechas sobre su implicación en la desaparición de Diana. De hecho, bajo aquella presión, confesó el crimen.

El 17 de diciembre de 2019, la Audiencia Provincial de A Coruña lo condenó a prisión permanente revisable por asesinato con alevosía y agresión sexual, junto con penas accesorias por detención ilegal. La condena fue ratificada por el Tribunal Supremo. Posteriormente, en 2022, se le añadió otra condena de 14 años por agresión sexual a su cuñada, ocurrida años antes del crimen de Diana, y se ratificó también por el Supremo en 2024. Un patrón de violencia ya imposible de negar.

Diana Quer

Su vida en prisión: sin privilegios, sin perdón

Desde su detención, Abuín ha pasado por varias cárceles, entre ellas la de Teixeiro, la de A Lama y finalmente la de Mansilla de las Mulas, en Villahierro, en León, donde continúa recluido debido a su alta peligrosidad y al riesgo de sufrir represalias por parte de otros internos debido a su pasado delictivo y criminal.

En este centro penitenciario permanece en un entorno controlado, sin incidentes graves, aunque no participa en programas de reinserción relevantes ni ha mostrado cambios significativos en su actitud.

Actualmente está clasificado en segundo grado, un régimen ordinario que implica convivencia en un módulo común, pero con restricciones en su libertad de movimientos. Además, se le somete a una vigilancia especial por su historial violento y por haber estado incluido en el FIES (Fichero de Internos de Especial Seguimiento) en etapas anteriores.

¿Puede salir de permiso en 2025?

Legalmente, podría pedir permisos este año. La ley permite a los condenados a prisión permanente revisable solicitar permisos ordinarios tras ocho años de cumplimiento efectivo. Para Abuín, ese plazo se cumpliría a finales de 2025 o inicios de 2026. Sin embargo, la posibilidad de que se le conceda un permiso es prácticamente nula.

Su perfil reincidente, la peligrosidad, y la falta de evolución personal hacen extremadamente difícil que reciba beneficios penitenciarios”, señalaron los jueces en su sentencia. Además, la agresión sexual a su cuñada y su conducta en el juicio (donde negó hechos y evitó asumir responsabilidades) refuerzan esta negativa.

En este sentido, cabe destacar que otros criminales mediáticos, como puede ser Miguel Carcaño, han pedido decenas de veces un permiso y se lo han rechazado en todo momento, a pesar de haber cumplido una cuarta parte de la pena y estar en segundo grado. Además, en este caso, el propio padre de Diana Quer recordó que "este sujeto", como calificó a 'El Chicle, acumulaba ya "tres penas de prisión por agresión sexual" y que no parará de luchar para que no sume "más víctimas".

El horizonte del tercer grado: muy lejano

Una de las dudas más comunes es si 'El Chicle' podría obtener en algún momento de su vida el tercer grado penitenciario, es decir, un régimen de semilibertad. La respuesta: no antes de 2039.

La ley (artículo 78 bis del Código Penal) exige al menos 18 años de cumplimiento efectivo en casos con prisión permanente revisable y concurso de delitos graves, como ocurre aquí. La Audiencia Provincial de A Coruña fijó expresamente el año 2039 como el más temprano para que se estudie siquiera esa opción.

Y aun llegado ese momento, los expertos consideran extremadamente difícil que obtenga el tercer grado sin mostrar un cambio profundo: participación activa en programas de reinserción, reconocimiento del daño, petición de perdón o implicación psicológica. Hoy por hoy, sigue siendo un preso sin señales de arrepentimiento real y con un historial criminal que marca profundamente su evaluación penitenciaria.

Un caso para la criminología

Desde un punto de vista criminológico, el caso de Abuín representa un perfil de depredador sexual reincidente, con patrones de ocultación, control, manipulación y violencia.

Su historial incluye antecedentes no penales de comportamientos agresivos con mujeres y una estrategia de defensa basada en la negación y la minimización de los hechos. Así lo han destacado periodistas y criminólogos, como Carmen Corazzini.

Las autoridades penitenciarias y judiciales están especialmente atentas a estos perfiles, donde el riesgo de reincidencia y la poca evolución personal son claves para decidir sobre beneficios. Aunque la ley contempla mecanismos de reinserción, el caso de 'El Chicle' recuerda que la gravedad de un crimen, la reincidencia y la falta de arrepentimiento pesan más que el mero paso del tiempo. La memoria de Diana Quer permanece viva. Sus familiares, incluida su madre, siguen dedicándole homenajes.