Anna Possi, 'la camarera más longeva', sigue trabajando en su bar tras cumplir 101 años: "Esto es como una familia"
"No me parece un bar, me parece un lugar de encuentro”, dice sobre su local, el Bar Centrale, ubicado en Nebbiuno, Italia
Lleva casi siete décadas al servicio de sus clientes, que destacan que Anna Possi es el alma del establecimiento con su sonrisa y su buen humor
Se llama Anna Possi, tiene 101 años recién cumplidos y cada mañana se levanta para ir a trabajar en su propio bar. Lleva casi siete décadas al servicio de sus clientes y, por ello, ha sido condecorada y apodada en Italia como ‘la camarera más longeva’, como explica en el vídeo Laura Gallardo.
Madrugando cada día, su rutina empieza colocándose detrás de la barra tras abrir las puertas de su establecimiento a las 7:00 horas de la mañana. Lo primero que hace es encender la cafetera, algo que repite desde hace más de 67 años en Nebbiuno, un pueblo a orillas del Lago Maggiore, al norte de Italia.
Allí, el Bar Centrale es refugio para muchos y un cálido espacio en el que estar. Anna Possi, como atestiguan sus clientes, es el alma del lugar.
Anna Possi, ‘la camarera más longeva’
Fue tras acabar la Segunda Guerra Mundial cuando se inició en el oficio. “En cuanto acabé de estudiar, me fui a trabajar con mis tíos, que tenían restaurantes en Génova”, explica.
Desde entonces, no ha cambiado de sector. Junto a su marido, también hostelero, abrió el Bar Centrale hace ya más de 60 años. Cuando el falleció, en 1974, ella lo mantuvo a flote sola.
Pese al paso del tiempo, conserva su clientela de siempre, que últimamente llega a demás con sus nietos. Ahora, además, es consciente de que muchos la visitan por su récord tan especial.
“No sé cuánto duraré, pero tengo 101 años. Ya no me queda mucho por esperar”, dice, sin perder su sonrisa.
Acaba de cumplir 101 años y no piensa dejar su negocio
Este 16 de noviembre, precisamente, Anna Possi celebra ese cumpleaños 101 y, de momento, no piensa abandonar el negocio.
“Esto es como una familia. No me parece un bar, me parece un lugar de encuentro”, dice.
Siempre disponible para todos, adora estar entre la gente. Asegura que su vida tranquila, pero activa, es el secreto de su longevidad. Quienes la conocen, sin embargo, apuestan por su buen humor y su sonrisa.
Ahora, tras todos estos años en los que ha sabido incluso reinventarse para adaptarse a los nuevos cambios, su local recibe tanto a propios como a extraños; curiosos que llegan específicamente para conocerla tras popularizarse su historia.
Tras superar las adversidades de todo un siglo, que incluyeron incluso el desafío que vivió la hostelería teniendo que enfrentarse y resistir ante toda una pandemia como la del covid, Anna Possi sigue poniendo todo su cariño en su bar y en sus clientes. "Quiero vivir y estar entre la gente", sostiene, aferrándose a una filosofía de vida que traslada optimismo y contagia vitalidad a todos a su alrededor a sus 101 años.