Aguas negras, el fenómeno que han dejado las lluvias en las zonas de los incendios de verano: "Sale turbia, no se puede lavar"
Las intensas lluvias registradas en las últimas horas han provocado arrastres de cenizas por ríos de zonas afectadas por los incendios de verano
Las lluvias reactivan la crisis del agua en Valdeorras tras el mayor incendio de Galicia: "Los vecinos necesitan saber que no están solos"
Sin agua potable, así es como están los vecinos de la comarca gallega de Valdeorras, agua turbia imposible de consumir tres meses después de unos incendios que solo aquí acabaron con 30.000 hectáreas. "Ni se puede lavar, ni hacer coladas", cuenta una vecina. Informa en el vídeo Sara Pérez.
"Turbia, negra, no se puede poner lavavajillas, estoy lavando las cosas a mano", explica otro vecino. Los sedimentos del suelo calcinados son arrastrados por la lluvia a través de los ríos hasta llegar a los pantanos.
Para evitar el chapapote del monte, las autoridades intentan colocar restos vegetales que eviten el movimiento del suelo. También lo intentan en León desde los helicópteros, pero no son soluciones infalibles. "A mí lo que me parece mal es que han tenido tiempo de sobra para poder arreglar esto sabiendo que es lo que iba a pasar", cuenta otra vecina.
Control del agua
El mismo problema se encuentran en Extremadura con más de 40.000 hectáreas quemadas este verano. Los ríos negros bajan por Jarilla, Gargantilla y dejan una peculiar imagen en el famoso barrio judío de Hervás.
El Consorcio MásMedio, dependiente de la Diputación de Cáceres, ha informado de que las precipitaciones han causado problemas puntuales en las captaciones de agua en Jerte, Villar de Plasencia y Oliva de Plasencia, donde se han cerrado temporalmente las tomas debido a la baja calidad del caudal.
En estos municipios se mantiene el suministro gracias a las reservas municipales y al envío de una cisterna de 10.000 litros de agua potable al Jerte, mientras los equipos técnicos analizan la calidad del agua y revisan las infraestructuras. En Cabezuela del Valle no se han registrado incidencias, aunque se realizarán inspecciones preventivas.
Arrastre
El Consorcio ha recordado que mantiene un protocolo de control de las fuentes de abastecimiento desde el verano, con el uso de kits de medición de pH y turbidez, y que ejecuta obras de emergencia en Villar y Oliva de Plasencia, además de instalar próximamente equipos de filtración por ósmosis en Jerte. Por su parte, la Junta de Extremadura ha subrayado que el arrastre de cenizas tras un incendio es un fenómeno «natural e inevitable», aunque «de gran impacto visual pero pasajero".
La Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural ha explicado a EFE que las lluvias intensas y concentradas favorecen estos episodios, y ha destacado que las actuaciones de estabilización del terreno, como el ‘helimulching’ (aplicación aérea de mantillo vegetal), han permitido reducir notablemente los arrastres. Según la Junta, en pocos días los cauces volverán a presentar un aspecto normal y el fenómeno «no tiene efectos significativos sobre la fauna fluvial ni causa mayor erosión del suelo".