Terremotos

El problema para predecir terremotos en España: "Podemos pasar 100 años en los que no tengamos ninguno"

Así se predicen los seísmos en España. Pexels
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La inteligencia artificial predictiva se ha convertido en una de las grandes aliadas para predecir eventos de todo tipo. Las mediciones de datos, cada vez más exhaustivas, juntamente combinadas con potencia tecnológica permiten dibujar mapas probabilísticos cada vez más precisos. Si podemos conocer las tendencias del cambio climático, ¿somos capaces también de predecir los terremotos?

En el caso de la Península Ibérica, el director explica que “se encuentra en una zona con actividad sísmica moderada”, donde se registran “unos 12.000 seísmos al año, pero son tan pequeños que la gran mayoría son captados solamente por los sismógrafos”. Ahora bien, ¿es posible medir cuándo se va a producir un nuevo seísmo?

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La probabilidad entra en el terreno de juego

No hay manera para predecir terremotos que esté aceptada por la comunidad científica, ni siquiera por zonas específicas”, explica Cantavella. El motivo se debe a que los terremotos son provocados por el movimiento de las placas tectónicas y es, precisamente, este componente el cual no tiene indicadores que permitan inducir la predicción con fecha y hora --o magnitud-- que se va a producir en un periodo de tiempo determinado.

Entonces, ante esta tesitura de no poder predecir, ¿cómo es posible que sepamos que una zona es más propensa a sufrir terremotos? El experto explica que “la probabilidad basada en hechos históricos” es la que da la información contextual necesaria para tener un monitoreo más constante al respecto de este tipo de eventos.

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Los registros son la clave

“Sabemos que zonas como Japón, Italia, Grecia o Turquía son zonas propensas a experimentar terremotos por su ubicación geográfica y por los registros que se tienen de todo el histórico de actividad sísmica”, prosigue.

“Es más probable que haya un terremoto en Turquía porque en estas zonas tenemos registros de mucha más actividad que en otros lugares como pueda ser España”, ilustra. En este sentido, también pone encima de la mesa el factor de ubicación geográfica: “las zonas que se ubican entre dos placas tectónicas van a ser más propensas a terremotos ya que es en la unión donde se va a sentir primero el movimiento”.

Probabilidad histórica y contexto

Sin embargo, a pesar de los datos que ya se puedan conocer --y a pesar de tener a mano equipaciones tecnológicas que recogen toda la información--, Cantavella explica que, por encima de todo, “seguimos sin poder saber cuándo una placa tectónica se va a mover. No podemos poner una fecha exacta, pero sí sabemos de las zonas en las que hay más propensidad para ello”.

Todo este escenario se complementa con el factor de que los terremotos no son homogéneos. “Podemos pasar 100 años en los que no tengamos ninguno y luego que se junten dos en un mismo año”.

España tiene registros desde el año 1048

El director de Red Sísmica Nacional también pone encima de la mesa que España tiene registros de seísmos desde al año 1048. Y al respecto del terremoto de Vitoria, “en los últimos 100 años observamos que el nivel de actividad sísmica no ha variado”.

En base a toda la información que se tiene almacenada, junto con la propia posición de nuestro país --en términos geográficos-- y las intensidades de los seísmos que se registran, es cómo se sabe que estamos ubicados en una zona en la que “llevamos muchos años sin vivir terremotos catastróficos, por encima de Magnitud 6”, concluye.