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La ciudad murciana de Lorca conmemora el décimo aniversario del terremoto de magnitud 5'1 que el 11 de mayo de 2011 dejó nueve personas fallecidas y más de tres centenares de heridos.
El seísmo fue el más grave desde la década de los 60 y se llegó a sentir en las comunidades de Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Los vecinos de Lorca, la localidad más afectada, todavía recuerdan aquella trágica tarde de la que el municipio guarda secuelas que permanecen a día de hoy.
Junto a las víctimas mortales, el terremoto redujo a escombros parte del casco urbano y causó daños valorados en 1.200 millones de euros. Cerca de 1.700 viviendas tuvieron que ser derribadas y ahora, una década después, las autoridades ultiman su reconstrucción.
En una rueda de prensa con motivo del aniversario, el presidente de la Región de Murcia, el lorquino Fernando López Miras, ha reconocido la gran labor de reconstrucción llevada a cabo en el pueblo y ha agradecido la labor de la exministra Ana Pastor al frente de la cartera de Fomento en los primeros años después del terremoto.
Como si de un flan se tratara, los edificios de Lorca temblaron durante unos instantes que para los vecinos del municipio parecieron interminables. Las condiciones del seísmo, cuyo epicentro se situó a 1'5 km bajo el suelo de la ciudad, hicieron que su capacidad destructiva fuera mucho mayor.
Para que Lorca se vuelva a parecer hoy a lo que un día fue, el Estado ha empleado más de 800 millones de euros. Por otra parte, la Comunidad Autónoma también recibió un préstamo del Banco Europeo de inversiones que ahora utilizará para ultimar la reconstrucción de los edificios afectados.
Aprovechando la reconstrucción, desde el ayuntamiento aseguran que se ha apostado por la creación de nuevos espacios verdes, zonas peatonales e interconexión de los barrios a través de la renovación de las carreteras municipales.
Tras la recuperación que poco a poco comienza a notarse, los lorquinos aguardan al llegada de los fondos europeos que terminen de restauran un casco histórico todavía dañado.