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Miran, bajo la sombra de una carpa, un mar tan bello como cruel. Tan bello como para sumergirse en él, tan cruel para cuando así lo decide, atraparte en sus aguas y no dejarte volver. Son los familiares del joven buceador desaparecido, hace ahora una semana, en la laja de rocas que tienen frente a sus ojos.
“Ocho días ya”, cuenta con la mirada en el agua Carlos Aparicio, tío de Luis y portavoz de la familia. ”Es una agonía constante y, aparte, mucha impotencia, porque no se puede hacer más de lo que estamos haciendo. La Guardia Civil, los buzos colaboradores, Salvamento Marítimo, están luchando para encontrar a Luis pero hasta el momento sin resultado”.
Luis, ingeniero, casado, con una hija de 18 meses, viajó de Birmingham a Vejer de la Frontera, su localidad natal, para pasar unos días de vacaciones. El lunes 9 se metió en el agua para practicar pesca submarina. Su padre, ocho días después, otea el mar con unos prismáticos buscando a su hijo. Cuando se los quita, hay lágrimas en sus ojos. “Empiezas el día con mucha ilusión porque aparezca, y terminas el día ya con el cuerpo…y otro día más y otro dia más…Es muy duro”, señala Carlos.
“Se ha peinado desde la punta del Faro de Trafalgar hasta la 'punta del tajo' que le llaman”, señala con el dedo un miembro del puesto de mando. Se ha peinado tanto con buceadores profesionales, como con voluntarios y un sonar que ha prestado desinteresadamente la Universidad de Huelva”.
Es muy difícil, cuenta, tanto que hasta han contactado con el campeón de España de pesca submarina. “Para que nos dijera las zonas donde hay posibilidad de más peces, donde hay posibilidad de rocas, ya que ellos conocen la zona a la perfección. La ha revisado junto con nosotros y no hay nada”.
Y es que las búsquedas en el mar son mucho más complicadas. “Hemos tenido búsquedas con la persona a cien metros y estuvimos buscando durante quince días”
Este martes, ocho días sin Luis, la patrullera de la Guardia Civil, busca junto a la laja. Con ella 14 miembros de los GEAS, patrullas de tierra, un helicóptero de Salvamento Marítimo, miembros de Protección Civil y Bomberos de Barbate y 12 voluntarios.
Eugenio ha venido desde Sevilla. ”Venimos aquí a ayudar de la misma forma que en un caso parecido nos gustaría que lo hicieran por nosotros”
“Lo que estamos intentando es repasar las zonas donde el pescaba”, cuenta Pablo, voluntario y amigo de Luis. “Luis es una persona muy querida por la zona, es una familia amplia, llevan aquí toda la vida. Al final el sentimiento de que es alguien de aquí, de la familia que somos aquí todos, es lo que nos hace movernos”.
Voluntarios que antes de entrar en el agua reciben instrucciones precisas en el Puesto de Mando. ”Es una zona de corrientes y abajo nunca se sabe lo que puede pasar. Siempre de dos en dos y con boya”, cuentan. Y una instrucción más: si localizan algo no tocar nada y avisar a la Guardia Civil.
A pocos metros, en la carpa, la familia ve como un día más avanza sin resultados. En la orilla, Pablo sube junto a otros buceadores voluntarios a una embarcación que también alguien ha prestado para la búsqueda. Su pie, levanta en la carrera un poco de agua. Ojalá, piensan, pudieran levantarla toda para encontrar a Luis.
En la tarde de este martes, familiares, amigos, vecinos y voluntarios se han concentrado para recordar que no van a cejar en el empeño de seguir buscando a Luis.