La maniobra que causó el caos en el canal de Suez: "En el mar no se puede echar el freno de mano"

Imagínense a bordo de un buque de 400 metros de eslora, de 60 de manga, y que desplaza un cuarto de millón de toneladas. Imaginen que son su máximo responsable. Y ahora entren con su buque, uno de los mayores porta contenedores del mundo en el canal de Suez. Sus ojos en todas las maniobras dentro de esa vital ruta marítima serán los prácticos del canal.

"El práctico es el que conoce el canal realmente", explica a NIUS José Arrojo, Secretario General del Colegio de Oficiales de la Marina Mercante. "El capitán no pierde el mando del buque nunca, pero el práctico es el que va dando las instrucciones. El capitán va en el puente transmitiendo esas instrucciones del práctico a la persona que está a cargo de la navegación".

Una rutina que el pasado martes devino en un accidente extraordinario, cuando el `Ever Given´, de bandera panameña, entró en el canal en medio de una tormenta de arena y de fuertes vientos.

"Si las condiciones hubieran sido imposibles para la navegación el canal habría sido cerrado, y si hubieran empeorado repentinamente, pienso que habrían afectado a más de un barco" cuenta a NIUS un practico de un puerto español. "En Suez se navega en convoy, si realmente la causa fuera únicamente la tormenta de arena, también habría afectado a alguno de los otros barcos que iban en el convoy. Yo me inclino a pensar que ha tenido que haber algo más, una pérdida de gobierno, un despiste, o una racha repentina de viento que no hayan acertado a corregir".

"En el mar no hay freno de mano". Es la respuesta que dan muchos marinos mercantes cuando se les pregunta por qué no se ha podido detener una maniobra. Los barcos se mueven en un fluido, y cuanto más mayor es desplazamiento, mayores son las inercias con las que se manejan, y más difícil corregir cualquier incidente.

"Un barco con las 250.000 toneladas del `Ever Giden´ ,navegando a unos seis nudos no te puedes permitir que coja la más mínima inercia. Tienes muy poco margen", asegura el práctico contactado por NIUS. "Son maniobras de muchísimo control. A nada que se te vaya un poco, como no te adelantes al movimiento que está cogiendo, pinchas".

Pinchar es en el argot náutico sinónimo de encallar, la palabra que mejor describe lo que está sucediendo a estas horas en el Canal de Suez. Un barco de cuatrocientos metros con la proa clavada en una de las márgenes y la popa en la margen contraria. Y aún puede ser peor, si el barco, dicen los expertos, ha tocado también fondo.

"El barco ha quedado clavado en la arena, Son los remolcadores que ya están allí los que tendrán que sacar al buque de donde se encuentra", apunta Joaquín Monedero del Colegio-Federación de Prácticos de Puerto. "Eso sólo se consigue tirando y conociendo muy bien la orografía del fondo del Canal".

"En una circunstancia como esta hay que saber de qué medios de maniobra dispone el barco, que suelen ser hélices transversales a proa y popa, y de los medios de propulsión que es la gran helice de popa". Analiza nuestro práctico. "El asunto es que cuando te atraviesas tanto puedes tocar fondo y llegar a dañar esos equipos. Los haya dañado o no, lo que están haciendo los remolcadores es intentar devolver lo a una posición longitudinal en el canal. Puede que las excavadoras tengan que liberar antes la zona de la proa y que tengan que actuar dragas, pero creo que en 24 horas pueden tenerlo fuera ya".

Más vale que la predicción se cumpla. El corte de esa navegación en esa vía afecta ya al mercado del petróleo y los contenedores, y sólo tiene una alternativa, rodear África con los consiguientes gastos de tiempo y dinero.