En la foto publicada en exclusiva por el diario El Mundo se puede ver al pequeño Julen con un chándal de color rojo y azul marino sentado. La bolsa de chucherías que lleva en la mano es la misma que las autoridades encontraron en el interior del pozo después de que el menor se cayera al pozo.
La operación de rescate, que ya ha comenzado, contará de dos fases: la creación de un un túnel vertical primero y uno horizontal después. Primero, las perforadoras tendrán que cavar dos túneles verticales, una labor que les llevará entre 12 y 15 horas.
A continuación, a través de una 'jaula', los mineros asturianos bajarán para realizar otra galería horizontal, operación que les llevará 20 horas más. Todos los tiempos se cumplirán siempre que no encuentren más complicaciones. Es decir, los expertos no deben encontrarse de nuevo con la maláguide, una mezcla de pizarra, arena y gneis que ha ralentizado tanto quitar la tierra de las montañas como asentar las plataformas de las perforadoras.
El Consorcio Provincial de Bomberos ha diseñado un "ascensor" para poder bajar por el túnel vertical que se ha empezado a perforar este sábado en Totalán (Málaga) con el fin de poder llegar hasta el pequeño Julen, el menor de dos años que el pasado domingo cayó a un pozo de más de cien metros.
Para preservar la seguridad y garantizar su bienestar, un sismógrafo se desplazará hasta la zona para medir la vibración del terreno. La máquina perforadora está golpeando en gran potencia y rotar y girar a la vez.
Es decir, está siguiendo una técnica de rotación y percusión. Estos movimientos generan unas ondas con una velocidad de trasmisión que van a ser medidas constantemente por el sismógrafo para garantizar la seguridad del pequeño.