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La mascarilla de la actriz Alyssa Milano se ha convertido en tendencia en Twitter por razones obvias al no dejar indiferente absolutamente a nadie. Apenas 15 palabras, un hashtag y una sola fotografía han bastado para provocar un auténtico aluvión de respuestas que han terminado por incendiar incluso el ánimo de la polifacética estadounidense, que no se ha podido contener a la hora de responder y defenderse de aquellos que directamente la han acusado de irresponsable y de no ser lo suficientemente consciente de los estragos causados por una pandemia que deja ya más de 5,3 millones de casos y más de 342.000 muertes por coronavirus en todo el mundo, siendo además su país, Estados Unidos, el más afectado con 1,6 millones de contagios y más de 97.000 muertes derivadas del COVID-19.
En su primera publicación, la cual cosecha más de 37.000 comentarios, la actriz compartía una foto junto a su familia en el interior de un vehículo en el que todos y cada uno de ellos posaban con mascarillas. Junto a la instantánea, un mensaje para todos sus seguidores en las redes sociales: “¡Enseñadme las vuestras! Las mascarillas mantienen a la gente sana y segura. ¿Preparados?”, escribía, acompañando la publicación del hashtag #WearAMask (Lleva una mascarilla).
Hasta ahí la mayoría podría estar de acuerdo, pero la polémica llega desde el instante en que los usuarios empezaron a centrarse, precisamente, en la mascarilla que ella llevaba. Miles de tuiteros contestaron a la publicación inmediatamente criticando que era de ganchillo, es decir, que esa mascarilla podía hacer de todo menos protegerla del SARS-CoV-2.
Como consecuencia, las redes sociales se dividieron entre una legión de usuarios que le replicaron que era “absolutamente inútil” que usase eso; los que hicieron gala del humor más característico de la red del pajarito para llenarla de montajes; los que se mofaron compartiendo mascarillas verdaderamente grotescas; los que la apoyaban fervientemente; y los que, al contrario, llegaban incluso a caer en la descalificación.
Ante estos últimos, y cansada de muchas de las respuestas que estaba recibiendo, indignada, Alyssa Milano se dirigió en una segunda publicación a quienes calificaba de “gilip...” para explicarles que, en realidad, en el interior de la heterodoxa mascarilla había colocado un filtro de carbono protector. “Sí, puede que sea de crochet, pero es totalmente segura”, recalcó en otro mensaje que acompañó a continuación del producto específico que estaba usando para el filtro; una respuesta que, no obstante, siguió sin convencer a muchos escépticos que, por un lado no creían la versión de la actriz y, por otro, insistían en que esos filtros no eran defensa suficiente para prevenir el contagio.