La decisión de Paloma: una niña de Algeciras de nueve años salva a otra de tres de morir ahogada

Eran las once y media de la mañana del pasado viernes. Paloma estaba con su madre en la piscina de su urbanización, una piscina pequeña y sin socorrista. Un día más de vacaciones para la pequeña de nueve años, otra jornada haciendo una de las cosas que más le gustan, nadar. De repente, algo cambió en el mundo que rodeaba a la niña. Paloma tuvo que tomar la decisión más importante de su vida.

"Yo estaba en el césped con Paloma, y ella estaba pendiente de una niña de tres años", cuenta Diana, su madre. "Y me dice: mamá, la niña. ¿Qué?. Que la niña se ha tirado. Y me dice: mamá me voy. Y directamente se tiró al agua".

Paloma, nueve años no lo dudo ni un instante, había que hacer algo, y hacerlo ya. La niña de tres años se estaba ahogando.

"La niña estaba jugando y de repente salió corriendo y no se dio cuenta que no tenía el flotador puesto, se tiró y se estaba empezando a hundir para abajo", explica Paloma. "Como yo estaba al lado, pues yo salte, la cogí, empecé a subirla para arriba, y pues ya está".

Así relata una niña de nueve años cómo salvó la vida de otra de tres. La pequeña no sabía nadar, Paloma sí, y muy bien, porque lo hace desde los cuatro años y porque, con nueve, participa ya en competiciones con el CDN Ciudad de Algeciras.

"Esta niña tiene una buena capacidad, suele nadar 1.500 metros, 2.000 metros diarios", dice su entrenador Manuel Calero, "Además nosotros trabajamos mucho con los niños la habilidad acuática, el sumergirse a coger objetos del fondo y sacarlos, voltear en el agua, de ahí debe haber sacado ese instinto para coger a la otra criatura y sacarla".

Saber, o no saber nadar. Esa es la diferencia que estuvo a punto de costarle la vida a la más pequeña, y que permitió a esta heroína de nueve años salvarla.

"Siempre he dicho lo mismo, un niño que sepa nadar es un seguro de vida", asegura la madre de Paloma. "Cuantas noticias hay de niños que se ahogan tan pequeños. hay que por lo menos saberse mantener en el agua. Puede ser cuestión de supervivencia".

"Cuanto antes aprendan a nadar los niños mucho mejor", asiente el entrenador de Paloma. "Nadar tenía que ser una asignatura más en los colegios. Yo siempre lo digo, el ahogamiento es muerte, no es como el atletismo que te lesionas. aquí pierdes una vida".

Paloma, ajena a todo, sigue con su verano. Con solo nueve años ha salvado una vida. En su club de natación le preparan un agradecimiento.