Solicitan prisión permanente para la madre acusada de asesinar a su hija de 9 años en Bilbao

  • Al parecer la madre le administró a la niña una cantidad "masiva" de medicamentos y luego la asfixió con las manos y la almohada

Este jueves la Audiencia Provincial de Vizcaya juzgará a una madre acusada de drogar y asfixiar hasta la muerte a su hija menor de 9 años en su domicilio de Bilbao el pasado mes de enero. Al parecer la madre le administró a la niña una cantidad "masiva" de medicamentos y luego la asfixió con las manos y la almohada, razón por la que la Fiscalía y la acusación popular piden para la mujer, prisión permanente revisable.

Los hechos ocurrieron el 16 del pasado mes de enero, cuando la hermana de la menor encontró en la vivienda familiar, en la calle George Steer de Bilbao, a la niña y su madre inconscientes y abrazadas, sobre las 21 horas de la noche. Cuando la joven alertó a los sanitarios, éstos pudieron reanimar a la madre, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida de la niña. A los días del suceso, la policía vasca detuvo a la progenitora e ingresó en prisión.

En sus escritos, la Fiscalía, la acusación popular --ejercida por la Asociación Clara Clampoamor-- y la acusación particular, relatan que el día de los hechos, la procesada se encontraba en el domicilio con sus hijas, de nueve y 19 años, y una nieta.

Estas dos últimas abandonaron la casa a las 11.00 horas para realizar unas gestiones, mientras la mujer se quedó a solas con su hija pequeña, que no había acudido al colegio porque había huelga en su centro escolar. Posteriormente, todas ellas comieron y, en ese momento, la pequeña de nueve años se encontraba en estado de aparente normalidad, pero, tras la comida, la hermana mayor comprobó que estaba profundamente dormida en el sofá, en un estado inusual de profunda somnolencia, casi de seminconsciencia, por lo que avisó a su madre.

Entre ambas la trasladaron a la cama y la madre se acostó con la niña, avisando a su otra hija que la despertara solo a ella cuando fuera a salir del domicilio. A las 17.00 horas, la primogénita abandonó la casa con su hija, y la madre aprovechó que se había quedado sola con la pequeña de nueve años "para acabar con su vida", según indican las calificaciones provisionales de las acusaciones.

Éstas indican que la progenitora había administrado a la niña con anterioridad una cantidad "masiva" de medicamentos, algunos de los cuales superaban "el rango tóxico" y tenían un "nivel letal". Cuando su hija mayor se fue, la procesada, aprovechando la situación de indefensión en la que se encontraba la víctima, le habría presionado la nariz y la boca con las manos y un objeto blando, probablemente un cojín o una almohada.

"El menor signo de defensa ni lucha"

La pequeña falleció por insuficiencia cardio-respiratoria aguda secundaria a una intoxicación medicamentosa, sin que hubiera "el menor signo de defensa ni lucha". Posteriormente, la acusada habría redactado varios escritos para exculparse en los que "creaba la idea" de que el crimen había sido ejecutado por una tercera persona. Los peritos forenses aseguraron que se trataba de "una explicación pueril, muy superficial y no sustentada en datos mínimamente creíbles".

La hija mayor volvió al domicilio a las 21.00 horas y se encontró a la madre y su hermana pequeña inconscientes y abrazadas. La madre fue evacuada con vida a un centro hospitalario, pero la pequeña había fallecido.

A la una de la madrugada del día 17, se verificó el levantamiento del cadáver de la víctima por la autoridad judicial y se procedió a su traslado al Instituto Anatómico Forense para la práctica de la autopsia. Los forenses concluyeron que se trataba de una muerte de naturaleza violenta homicida.

Causas de la muerte

De esta forma, determinaron que la causa de la muerte fue la insuficiencia cardio-respiratoria aguda, y consideraron como "más probables" un mecanismo tóxico o uno asfíctico (de sofocación), o bien la mezcla de ambos como causa del fallecimiento. El cadáver presentaba espuma blanquecina en fosas nasales y cavidad bucal.

Las acusaciones consideran los hechos constitutivos de un delito de asesinato con alevosía, con la concurrencia de la circunstancia de ser la víctima menor de 16 años, y de parentesco por parte de la autora del crimen.

Por ello, reclaman que se imponga a la acusada, que no presentaba "causa alguna que modificase sus capacidades cognitivo-volitivas", la pena de prisión permanente revisable e inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena.

Nueve miembros del jurado

El juicio comenzará a las 10 de la mañana, con la designación de los nueve miembros del jurado. Esta sesión de la vista oral y la del día 16 se celebrarán a puerta cerrada, al haberlo determinado el tribunal. Será cuando declaren la acusada y otras personas, que no son agentes de la autoridad, y se realizarán precisiones sobre el levantamiento del cadáver y la autopsia.

Desde el 13 al 16, días en los que testificarán miembros de la Ertzaintza, forenses y se procederá a la lectura de los informes, se podrá acceder a la sala de vistas sin cámaras.

A través de un auto, la presidenta del tribunal del jurado, Nekane San Miguel, señala que, con la adopción de esta medida, se reduce "el riesgo de teatralizar el proceso", así como la influencia de "juicios paralelos".

Además, cree que se contribuye, entre otras cosas, a preservar la presunción de inocencia de la procesada y "la memoria de la niña fallecida del modo más respetuoso posible", sin que salgan a la luz "extremos relacionadas con su intimidad y privacidad".

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