El relato de la hija de Josefina, víctima de la violencia de género: "Ella lo quiso perdonar y hoy lloramos las 40 puñaladas que le arrebataron la vida"
Jessica Soria, hija de Josefina Soria, asesinada presuntamente por su marido, protagonizó el acto del 25-N en el Ayuntamiento de Almería
Hallan el cadáver de una mujer en una vivienda de Almería: el presunto asesino se ha intentado suicidar arrojándose por un barranco
Almería"Hoy lloramos las más de 40 puñaladas que le arrebataron la vida", cuenta Jessica Soria, con la voz entrecortada, desde un atril del Ayuntamiento de Almería. La vida pero, sobretodo, la muerte de su madre, la ha llevado a protagonizar un acto en el que nunca se imaginó. En una semana en la que se celebra la lucha contra una lacra que sigue matando a mujeres, los nombres y apellidos de las víctimas empiezan a sustituir a las cifras, y el de Josefina Soria es uno de ellos.
A Josefina su marido la mató este verano. Ha pasado poco tiempo, y por eso todavía hoy, su hija, se pregunta si podía haber hecho algo para evitarlo: "Hace un año mi madre me dijo: ‘mi marido está muy celoso. No me gusta nada esta situación’". Jessica reconoce que es ese momento todos sintieron la tensión, y la amenaza, pero su madre quiso apostar por la paz y por el perdón. "Él reconoció que se había equivocado, pidió perdón, lloró, dijo que estaba tomando una medicación que le hacía comportarse así. Todos sabíamos que era una excusa, pero lo considerábamos uno de los nuestros y mi madre lo quiso perdonar", recuerda.
Un perdón que le costó la vida hace tan solo unos meses. "Lo único que nos genera algo de esperanza es creer firmemente en la justicia, pensar que el peso de la ley va a caer con toda su fuerza", continuó leyendo firme, aunque cargada de dolor.
Una mujer buena y entregada a los demás
Josefina, de 62 años, siempre fue para los suyos un ejemplo de entrega y generosidad. "Sentimos que todo el amor que Josefina sembró a lo largo de toda su vida, esa dedicación al prójimo, ha servido para que ahora nos sintamos arropados y queridos a través de las innumerables muestras de cariño recibidas", dice Jessica. Su madre siempre estuvo dispuesta a ayudar, a tender la mano y prestar el hombro con energía y "unas ganas de vivir contagiosas". Nunca se lamentaba. "Era una luchadora incansable. Por eso nuestra familia y todas las personas que tuvieron contacto con ella estamos destrozados, desolados, sin rumbo", lamenta.
Porque el verano lo ha cambiado todo. Josefina fue asesinada en su casa, y fue su madre quien la encontró sin vida. Sus gritos de horror alertaron a los vecinos que acudieron para intentar socorrerla, pero solo pudieron ser testigos de la tragedia. Ese mismo día, el presunto asesino intentó suicidarse lanzando su coche por un barranco cerca de Pechina, a menos de diez minutos del lugar del crimen. No lo consiguió, él sí pudo salvar su vida.
Ni una más, ni una menos
"Soñamos con que el caso de Josefina Soria sea el último caso de violencia de género", dice Jessica. "Como sociedad no podemos permitir que el 2025 estemos llorando la pérdida de un ser querido por estos motivos", añade para concluir diciendo lo que ya se ha convertido en grito de guerra: " ni una más, ni una menos, no a la violencia contra la mujer".
Y entre aplausos abandona cabizbaja un atril que le ha brindado la oportunidad de poder homenajear a su madre, muerta a puñaladas a manos de su marido. El hombre al que un día decidió perdonar. En sus palabras seguía presente el profundo dolor de toda una familia, porque detrás de cada caso de violencia de género hay historias y familias que se quedan destrozadas.
El homenaje llevado a cabo en Almería, enmarcado en la Semana Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ha permitido que el nombre de Josefina Soria quede en el recuerdo.