Hace una semana, Carmen Borrego y José María Almoguera se sometieron a una mediación familiar a través de '¡De viernes!'. Madre e hijo se abrieron a la hora de hablar de sus sentimientos y de los motivos que les han llevado a estar meses enfrentados. Ahora, dan un nuevo paso, continúan con esta terapia y hablan de un tema que siempre ha preocupado a la hija de María Teresa Campos: la separación del que fue su marido y padre de Almoguera.

Carmen reconoce que este es un tema que nunca han hablado, ni siquiera ahora que José María es adulto, y cree que es algo que su hijo tiene enquistado en su interior. Por su parte, Almoguera dice que sus padres se separaron cuando él tenía tan solo cinco años y que nunca ha visto a su padre hablar de su madre ni tampoco al revés. Una vez en el plató del programa, madre e hijo ahondan en su mediación y se produce un momento muy especial cuando José María lee una carta que ha escrito para su madre.

María 'la jerezana' entra en plató para apoyar a su novio en este momento tan especial que están viviendo madre e hijo y es entonces cuando José María ha aprovechado para terminar con esta parte de su entrevista leyendo una carta que ha escrito para su madre. "Cierro los ojos y me veo a mí, de pequeño. Entro en tu habitación, tú me pides dormir cinco minutos más y yo estoy a tu lado, esperando a que te despiertes. Me acuerdo de esos abrazos tuyos, del olor de tu perfume....

... Yo sigo siendo ese niño, un poco trasto, que vio cómo su vida cambiaba el día que se subió a una moto. Ahora, veo en mi peque a ese niño que era yo. Quiero protegerlo de todo, aunque, algún día, él también tendrá que ponerse un casco y recorrer su camino. Pero siempre, yo voy a estar para él. Y como yo he tenido la suerte de tener a las dos mejores abuelas del mundo, sé que tú también lo vas a ser para él. Me quedo con los buenos momentos, con tus abrazos y con tu mensaje al salir de 'Gran Hermano DÚO' diciendo que estabas muy orgullosa de mí", es gran parte del contenido de esta sincera carta.

Carmen Borrego ha escuchado atenta estas palabras por parte de su hijo mientras controlaba la emoción, pero, una vez terminado, no ha dudado en levantarse y abrazar a su hijo, visiblemente emocionada. Madre e hijo se abrazan y prometen mirar hacia adelante y no volver atrás con su distanciamiento.