Maternidad

La Ordenatriz no siempre fue ordenada: "Antes perdía los uniformes de mis hijos y hasta sus citas médicas"

Begoña Pérez, conocida en las redes como La Ordenatriz, desvela el duro origen por el que inició su talento por ordenar. Mediaset Infinity
Compartir

Begoña Pérez tiene 50 años, siete hijos y es considerada como una de las mujeres mejor organizadas de toda España. Su personaje, La Ordenatriz, se volvió absolutamente viral durante la pandemia del coronavirus, cuando los ciudadanos no podían salir de sus casas. Debido al cierre total de las peluquerías, muchas mujeres se vieron obligadas a teñirse en casa y los consejos que 'Bego' daba desde su cuenta pata quitar las manchas de tinte la convirtieron en toda una referencia de la limpieza.

PUEDE INTERESARTE

En cinco años y, después de muchas horas de trabajo, esta influencer ha alcanzado ya (casi) los dos millones se seguidores: "Tengo una comunidad muy guay y la verdad es que me lo he currado", ha dicho durante su entrevista con Cruz Sánchez de Lara en 'Madres: desde el corazón', ya disponible en Mediaset Infinity. En el programa, Begoña ha dado también la clave de su éxito: "Es que yo, que soy una mujer de 50 años analógica y se me nota, empecé a contestar por DM a todos los seguidores que me escribían con sus dudas. Si la laca no funcionaba, les decía que probaran con insecticida, que se pusieran mascarilla...y vieron que, detrás del personaje, había una persona", ha dicho.

PUEDE INTERESARTE

"Mi casa era un auténtico caos"

Y, aunque ahora Begoña sea toda una institución en organización - ella se hizo un curso y comenzó ordenando las casas de sus propias amigas - esto no siempre fue así. Explicando los orígenes de La Ordenatriz, que están estrechamente vinculados con la muerte de su padre, nos hemos enterado de que no siempre fue una persona tan pulcra y ordenada: "Pasé un duelo muy duro por mi padre porque, mientras vivió, yo siempre pensé que quería más a mi madre. Esto suena fatal, pero yo con mi madre hacía muchas cosas y mi padre siempre estaba trabajando. Por eso, cuando le perdí, pasé dos años en los que lloraba muchas noches y dándome cuenta de lo mucho que le echaba de menos", ha confesado en el programa, con lágrimas en los ojos.

"El caso - continuaba- es que un día me percaté de lo desordenada que estaba mi casa. Tenía tal caos que no encontraba los uniformes del colegio de mis hijos y hasta se me olvidaban sus citas médicas", ha añadido Begoña, para dejar claro que ella nunca ha sido "doña perfecta". Fue en ese momento cuando volvió a caer en sus manos el libro de Marie Kondo, la empresaria japonesa que se ha convertido en la viva imagen del orden y la organización, y todo cambió: "Cuando empecé a ordenar toda mi casa, me di cuenta de que también me ordenaba yo por dentro. O sea, que colocar lo material también me ayudaba a colocar lo inmaterial", concluía la entrevistada.

Nació así, entonces, un negocio que ya le permite ganar "más dinero que su marido", Pedro, un importante empresario, dueño de una casa de reformas de alto standing. Y Begoña dice que "podría ganar todavía más" si permitiera que, en sus vídeos, aparecieran también sus hijos: "Las marcas, cuando me hacen una oferta, me la multiplican por tres si pueden salir mis hijos. Pero yo digo que no y me mantengo en esta coherencia. Realmente, mi contenido no va ligado a la aparición de ningún niño, aunque, muchas veces, sea evidente que en mi casa vivimos ocho o nueve personas", ha aclarado Pérez.

Cierto es que, cuando reconocen a su madre por la calle, sus 'pequeños' se sienten muy orgullosos de ella, pero son ellos mismos los que no quieren aparecer en sus publicaciones: "Cuando alguno sale de lado o de refilón, no les gusta", ha concluido. Y también, para sorpresa de muchos, ha confesado que no le gustaría que sus hijos fueran influencers en el futuro: "Es que son muchas horas de trabajo. Yo, a veces, para poder completar un vídeo, como tengo tantas cosas que hacer en medio, puedo tardar hasta cuatro días. Mis hijos ven todo el trabajo que hay detrás de la influencer y tampoco les convence mucho, la verdad".