Los fieles que se saltan el confinamiento en Semana Santa: vecinos de Guayaquil rezan ante las iglesias cerradas

Los católicos ecuatorianos celebraron el Viernes Santo sin los solemnes servicios de la iglesia o las procesiones de años anteriores. No obstante, y a pesar de la prohibición de las reuniones públicas debido al brote de COVID-19, en Guayaquil más de uno se ha acercado a las iglesias cerradas para rezar, encender velas o colocar flores en la puerta.

Precisamente, en Guayaquil el coronavirus ha dejado cadáveres acumulados en calles, hospitales y casas particulares. Ecuador tiene contabilizados 7.161 casos de coronavirus y 297 fallecidos.

Ellos no han sido los únicos en saltarse las medidas de confinamiento. En España, la Policía Nacional tuvo que desalojar el Viernes Santo la Catedral de Granada donde se encontraban una veintena de feligreses asistiendo a los oficios litúrgicos en los que participaba el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez.

La Policía Nacional informaba que esta misa había tenido lugar sobre las 17,00 horas del viernes 10 de abril, cuando una dotación de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía daban la voz de alarma y, por ello, los agentes se dirigían hacia el templo. Además, varios particulares alertaban a la autoridad de la celebración de esta misa con feligreses.

Los agentes informaron al Arzobispado de que no se podía celebrar el acto debido al estado de alarma en el que se encuentra el país con motivo del coronavirus y el arzobispo de Granada interrumpió la misa para trasladar esta información a los feligreses. Según indica la Policía Nacional, los asistentes desalojaban la Catedral "de forma pacífica y sin altercados" y, además, no se les sancionó.

En Portugal, un sacerdote se ha inventado una forma de acercarse a sus fieles. Un sacerdote de Oeiras, una pequeña localidad cerca de Lisboa, ha ideado una nueva forma de ayudar a los lugareños a mantener su fe durante la epidemia de coronavirus.

Ha transformado un pequeño coche descapotable en una especie de 'papamóvil' con el que recorre las principales calles de la localidad transmitiendo sus rezos. El coche va precedido además por otro vehículo que porta sobre su techo una figura de la Virgen de Fátima.