"Manolo", el árbol al que abrazan cientos de personas en Hinojos, Huelva, para sentirse mejor
Decenas de visitantes esperan cada fin de semana para abrazar a “Manolo”, un pino centenario del municipio onubense de Hinojos al que atribuyen calma y energía
El árbol, protagonista del Bosque Encantado de los Burritos, se ha convertido en un símbolo de turismo sostenible y bienestar natural
HuelvaEn Hinojos, un pequeño municipio de Huelva, se encuentra un árbol que cada fin de semana recibe a decenas de visitantes que esperan poder acercarse a él. Conocido cariñosamente como “Manolo”, este pino centenario se ha convertido en el protagonista del proyecto turístico y educativo “Bosque Encantado de los Burritos”, impulsado por la Asociación El Burrito Feliz.
Cada sábado, amantes de la naturaleza esperan pacientemente frente a su imponente tronco para tocar su corteza, abrazarlo y, según cuentan, pedir un deseo. Una experiencia emocional que tiene reconocidos beneficios para la salud física y mental.
Estudios y tradiciones ancestrales aseguran que el contacto con los árboles puede reducir el estrés, mejorar la presión arterial y generar una sensación de calma y bienestar. Además, en diversas culturas del mundo, los árboles centenarios han sido considerados símbolos de protección, sabiduría y energía vital, lugares donde se realizan rituales de sanación o meditación.
Un santuario alrededor de Manolo
“Manolo” se ha convertido en un verdadero santuario natural. Los visitantes no solo buscan tocarlo, sino también conectar con la tranquilidad que transmite su presencia. Entre juegos con los asnos, rutas por el bosque y talleres de interpretación de la flora, los abrazos al pino son uno de los momentos más especiales de la visita. Muchos repiten la experiencia cada fin de semana, recorriendo kilómetros solo para sentir la paz que emana de este ejemplar centenario.
El Bosque Encantado de Hinojos, aunque aún carece de apoyo institucional, se ha consolidado como un motor de turismo sostenible, porque los visitantes que acuden al bosque suelen completar su experiencia en el pueblo, fomentando la economía local. Así, “Manolo” no solo calma cuerpos y mentes, sino que también dinamiza la hostelería y los comercios de la zona.
Una tradición centenaria
Más allá del turismo, la tradición de abrazar árboles se remonta a siglos atrás en diferentes culturas del planeta. En Japón, la práctica del shinrin-yoku, o “baño de bosque”, promueve la inmersión en la naturaleza para mejorar la salud, o por ejemplo, en comunidades indígenas de América, los árboles centenarios son considerados guardianes del bienestar espiritual. En Hinojos, “Manolo” ha heredado ese papel simbólico, el de un árbol que escucha, que acoge y que conecta a quienes buscan un momento de paz en un mundo acelerado.
El éxito de esta experiencia ha llevado a la Asociación El Burrito Feliz a preparar su candidatura para FITUR 2026, con la esperanza de presentar el Bosque Encantado y a su protagonista, “Manolo”, ante miles de visitantes en la Feria Internacional de Turismo de Madrid.