Animales

La travesía de la lechuza "más viajera", capturada en Girona tras volar desde Zaragoza: 310 kilómetros en 124 días

Imagen de archivo de una lechuza. Amics dels Aiguamolls i del Patrimoni Natural de l'Empordà
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GironaAtravesar más de 300 kilómetros es la travesía inédita que una lechuza ha realizado de Zaragoza a los Humedales de l'Empordà (Girona), donde el ejemplar de la especie Tyto alba ha sido capturado 124 días después de que ya lo fuese en la localidad aragonesa de Leciñena.

La asociación Amics dels Aiguamolls i del Patrimoni Natural de l'Empordà ha dado conocer la historia de esta lechuza, que fue anillada como polluelo el pasado 8 de mayo en una nido en Zaragoza por el naturalista Javier Sanz. "Fue el segundo más grande de los seis polluelos en la caja nido", ha explicado la entidad catalana.

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Sin embargo, cuatro meses más tarde, este ave fue capturada de nuevo a 310 kilómetros. Concretamente en los Humedales de l'Empordà, espacio natural protegido de la provincia de Girona: "Su historia es muy interesante, ya que hay pocos datos de dispersiones con tanta distancia".

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El registro del ejemplar, que llevaba un anillo con un remitente de SEO/BirdLife, la Sociedad Española de Ornitología fundada en 1954, supone un hecho valioso para la entidad que tiene un proyecto en marcha para evaluar el estado de la población de esta especie en el parque natural y aplicar medidas correctoras para mejorarla.

"Es la lechuza más viajera que hemos conocido en todos estos años del Proyecto Òliba", ha culminado la asociación sin ánimo de lucro, que cuenta con una larga trayectoria social de acción social y ambiental para la conservación y protección del parque natural de l'Empordà y de otros como el de Cap de Creus, Montgrí, lles Medes, el Baix Ter; o el Paraje Natural de Interés Nacional de l’Albera y el Espacio Natural Protegido de las Gavarres.

Regresión de la población de lechuzas

El proyecto de la entidad empezó en 2013 tras las conclusiones de varios estudios que alertaban de la regresión de las poblaciones de lechuzas de forma global "en lugares donde históricamente habían estado muy presentes". Cataluña no era la excepción: "Las rapaces nocturnas se ven afectadas cada vez más por amenazas como el atropello o la desaparición del hábitat y de zonas donde criar"

Por ello, la asociación inició el proyecto "dada la importancia de estas aves en los ecosistemas agrícolas" para evaluar cuál era su grado de amenaza en el Parque Natural de los Humedales del Empordà y hasta qué punto había disminuido la población de lechuzas en esta zona.

Primero analizaron 72 edificaciones, de las cuales en cinco se localizó un nido y de ellos en solo tres confirmaron que se criase una pareja durante 2014. En otros 25 no había lechuzas desde hacía al menos un año, aunque había indicios como heces, o la persona propietaria les informaba de que no había excrementos: "Esto confirma una reducción de la población".

Cajas nidos

A ello, se sumó el difícil acceso o la falta de permisos por parte del propietario para nidifcar, por lo que cinco edificaciones no se analizaron al completo y la presencia de lechuzas en ese lugar concreto fue incierta. Con esta información, la asociación empezó a construir cajas nido para colocarlas en los sitios más potenciales.

Desde el invierno de 2013 colgaron un total de 21 cajas nido y, en el seguimiento realizado al año siguiente, no encontraron ninguna puesta. Pese a ello, sí que encontraron indicios a través de excrementos, dentro de 17 de las cajas, lo que demuestra que tuvieron "una buena aceptación" y que las utilizaban como puntos habituales de reposo.

"Actualmente se está llevando a cabo el seguimiento de las parejas y de la reproducción, el estudio de las preferencias de empleo de cajas nido y características del comportamiento, el estudio de la alimentación y no menos importante, se está realizando una amplia labor de concienciación a las personas de la zona", añade la entidad.