Un parque natural de Cataluña se queda sin su último pastor: "Acabas harto de enfrentarte a vecinos, ciclistas y 'runners'"
Daniel dejará de pastorar en el Parque Natural de San Llorenç del Munt i l'Obac: "Ahora no seré pastor de nadie"
El hombre de 39 años ha perdido la ilusión pese a llevar dentro la vocación de pastor: "No puedes estar discutiendo con todo el mundo"
BarcelonaUn espacio natural protegido en España se ha quedado sin su último pastor, que se encargaba de guiar y cuidar los rebaños de ovejas y cabras en el Parque Natural de San Llorenç del Munt i l'Obac (Barcelona), donde Daniel hacía silvopastoreo de montaña con casi 300 animales hasta que ha decidido plegar tras perder la ilusión de una profesión en peligro de extinción.
"Uno lo hace por gusto, pero en el momento que me he enfrentado, de forma diaria, a cuatro vecinos que no respetan a los animales, O ciclistas y runners que sin mala fe, pasan por medio, los asustan, les llamas la atención y todavía se sorprenden y no lo reciben bien, pues al final acabas harto", admite el pastor de 39 años en una entrevista a Informativos Telecinco.
Daniel llevaba ocho años recorriendo montañas y bosque de manera ancestral como es la trashumancia, una práctica donde cada vez menos jóvenes deciden dedicarse a la vida pastoril y desplazar el ganado de forma periódica entre diferentes territorios. Sin embargo, lo que ha acabado con su paciencia es todo aquello que rodea a su profesión y a los animales.
El desgaste tras ocho años de pastor
"Cuando iba a pastorar, lo hacía donde quería. Echaba el día fuera, pero todo el santo día. Hasta 14 horas en la primavera porque era un placer. Me quedaba junto al río. Incluso me ponía a leer. Pero en el momento en el que debes tener mil ojos, vecinos que no están de acuerdo, hay franjas y tienes que estar al tanto de todo, al final se te quitan las ganas", expresa Daniel sobre un ganado extensivo que le llevaba a dormir al raso en el caso de ser necesario.
Este pasto natural requería un gran esfuerzo que se hacía aún más complicado al estar solo junto a sus perras. Una profesión de la que siente una gran pasión, pero que se ha ido apagando con el transcurso del tiempo por diferentes motivos como son las trabas administrativas.
"Me he encontrado de todo. Gente que no entendía nada y te presionan. Esto iba desgastando porque además este trabajo requiere mucho trabajo diario y yo tengo una vida alternativa, donde tengo que espabilarme con el agua y la luz, que no es de red", admite el pastor.
Amenazas y agresiones
Una profesión que "hace por gusto" y que le ha llevado a poner en juego hasta su propia salud tras sufrir agresiones de ciclistas. Ante esta situación reiterada, Daniel lo tiene claro y ha decidido dejar de pastorar en el Parque Natural de San Llorenç del Munt y del Obac para hacerlo por su cuenta: "Ahora no seré pastor de nadie. Seré un pequeño pastor de mis bestias o de los cuatro conocidos que quieran contratarme para coger unos días de vacaciones".
De este modo, pasará de tener centenares de animales para tener únicamente una decena de raza ripollesa, una variedad antigua que está desapareciendo y que quiere conservar: "Si tengo pocos puedo tener un manejo distinto y sacarlas unas horas por la mañana y por la tarde".
Este cambio le lleva a dar un paso atrás en una profesión donde los pastores acumulan una sensación de cansancio generalizada: "Cuando entré hace ocho años, teníamos que intentar hacer cosas por nuestro planeta y no rendirnos. Entiendo perfectamente que los pastores no lo hagan. Todavía tienes que verte con problemas porque se supone que el bosque es de todos. Desde la pandemia...podrían haber más confinamientos cada año".
Un espacio natural de más de 13.000 hectáreas
El Parque Natural de San Lloren ç del Munt y del Obac cuenta con 13.694 hectáreas y está situado entre doce municipios de las comarcas catalanas del Bages, el Vallès Occidental y el Moianès. Este espacio está formado por riscos y monolitos de conglomerado rojizo que contrastan con el verde de los pinares y encinares que colonizan los faldones y las canales de la montaña.
Precisamente, al tener un clima subhúmedo, la mayor parte del bosque que se desarrolla es de encinas y pinos, y el monasterio románico de Sant Llorenç del Munt es el monumento más emblemático del macizo. Las cimas más altas son la Mola (1.104 metros) , donde se levanta el monasterio románico de Sant Llorenç, y el Montcau (1.057 metros).
Este espacio fue declarado Parque Natural en 1987 y actualmente es gestionado por la Diputación de Barcelona. Los 12 municipios que tienen alguna parte de su término son Castellar del Vallès, Granera, Monistrol de Calders, Mura, El Pont de Vilomara i Rocafort, Rellinars, Sant Llorenç Savall, Sant Vicenç de Castellet, Talamanca, Terrassa y Vacarisses.