Perdonan 316.000 euros a una mujer que avaló préstamos para salvar el negocio agrícola de su marido en Lleida

Juzgados de Lleida
Juzgados de Lleida. Bergadà Abogados
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LleidaLa Ley de la Segunda Oportunidad ha permitido a una mujer de Les Garrigues (Lleida) hacer frente a una deuda de 316.654 euros tras avalar préstamos para salvar el negocio agrícola familiar. Una situación de insolvencia por la que el Juzgado Mercantil número 1 de Lleida ha decidido exonerarla del pasivo insatisfecho.

La deuda se remonta al intento de rescatar el negocio del marido, centrado en los olivos y en el cereal, que encadenó tres campañas consecutivas sin apenas producción debido a las condiciones climáticas adversas. Ante este escenario, la mujer solicitó préstamos y empezó actuando como avalista debido a que el negocio era el sustento de su familia, por lo que actuó también como titular en algunos de ellos conjuntamente con su marido.

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"Los últimos cuatro años fueron muy difíciles por la sequía, razón por la cual estuvimos tres campañas sin poder facturar. Mi marido trabajaba sin descanso en el campo y lo poco que ganábamos era para hacer frente a los pagos y a los trabajadores”, ha explicado la cliente de Bergadà Abogados.

"Éramos una piña y yo firmaba por ayudar en el negocio familiar"

En esta línea, los pagos fueron atrasándose y los bancos no quisieron renovar la póliza que tenía la familia, por lo que decidieron seguir pidiendo préstamos: "En la mayoría, era avalista. Éramos una piña y yo firmaba por ayudar en el negocio familiar”. Según la abogada que ha llevado el caso, Marta Bergadà, “avalar estos préstamos fue un acto de solidaridad y compromiso con el proyecto familiar" debido a que "ella no tenía ingresos propios y se volcó en apoyar el negocio".

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Sin embargo, los intereses acumulados terminaron por asfixiar completamente su economía personal, y dejando a la mujer en un espiral de deudas. “Llegó un punto en el que estábamos con el agua al cuello. Incluso, vendimos cosas teníamos para poder hacer frente a los pagos, pero era imposible”, lamenta.

Ante esta situación, los afectados contactaron con Bergadà Abogados, lo que les abrió una nueva vía al confirmarse que la mujer era deudora de buena fe: "Me hubiera gustado pagar lo que debía, ya que eso hubiera sido sinónimo de que todo iba bien, pero no podía, era imposible", añade la afectada.

Segunda oportunidad

Finalmente, el titular del Juzgado Mercantil número 1 de Lleida dictó el auto que perdonaba laa deuda de 316,654,43 euros: "Fue algo increíble. Me quedé en shock y me sentí muy contenta. Ahora espero que a mi marido también le concedan la EPI, ya que trabaja mucho y no logra levantar cabeza. Al menos, con mi exoneración también podemos respirar un poco más y tener un futuro más esperanzador, ya que las deudas no nos dejaban vivir”, añade.

Marta Bergadà subraya que, gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, la mujer puede empezar de cero. "Es un ejemplo claro de cómo dicha normativa puede devolver la dignidad financiera a personas que han actuado de buena fe”, afirma la abogada sobre unos avales que “muchas personas firman sin conocer realmente el alcance de esa responsabilidad" y que no son "un simple trámite" al "comprometerte legal y económicamente como si fueras el prestatario principal".