Juicio

Jordi Pujol, ausente en la segunda sesión del juicio contra él y su familia: no prevé conectarse por videoconferencia hasta que declare

El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, en su primera conexión telemática por el juicio contra él y su familia en la Audiencia Nacional. Informativos Telecinco
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El expresidente catalán Jordi Pujol, al que dado su delicado estado de salud se le ha permitido asistir y declarar telemáticamente en el juicio que ha arrancado esta semana contra él y su familia, no se ha conectado a la segunda sesión que la Audiencia Nacional ha celebrado este martes. De hecho, no está previsto que lo haga hasta que no tenga que declarar de nuevo, el próximo mes de abril.

Según fuentes jurídicas, el expresident no va a seguir por videoconferencia la vista oral, que se prolongará concretamente hasta el próximo mes de mayo, después de que la Audiencia Nacional descartara ayer exonerarlo, decidiendo así juzgarlo en contra de criterio de los médicos forenses, que creen que su deterioro cognitivo le impide defenderse.

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En el marco de esta causa, –por la que el expresidente catalán y sus siete hijos se enfrentan a un proceso judicial por una fortuna millonaria que, según la Fiscalía, procedería de comisiones ilegales–, la Sala acordó ayer que le patriarca pudiese declarar desde su casa en Barcelona de forma telemática, con la posibilidad de que, si se produce un cambio en su estado de salud, se revise su situación.

De 95 años, recién salido de una neumonía y en un estado bastante delicado que se evidenció este lunes cuando se conectó a través de videollamada con la Audiencia Nacional, durante los últimos días su defensa ha insistido en que no está en condiciones de ser juzgado.

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Pese a esto último, la Sala, sin embargo, dispuso que siguiera el juicio telemáticamente, aunque hoy el expresident lo ha rechazado hasta que no tenga que declarar.

Juicio a la familia Pujol

Los siete hijos del que fuese dirigente de la Generalitat de Cataluña, sin embargo, han optado por acudir este martes a la segunda sesión del juicio, centrada en las cuestiones previas de parte de las defensas, entre ellas las de los empresarios acusados de pagar comisiones a la familia del expresidente catalán.

Como ya hicieran ayer, los hijos de Pujol han llegado a la Audiencia Nacional por separado y han evitado sentarse juntos ante el tribunal, distribuyéndose en sillas distanciadas, lo que ha evitado la imagen de toda la familia en bloque en el banquillo.

Desde el primogénito, al benjamín de la familia, los siete se enfrentan a un mediático juicio. Según el juez instructor, forman parte de lo que ha calificado como una “organización criminal”; una asociación perfectamente jerarquizada, con los patriarcas a la cabeza.

Hoy, durante el turno de cuestiones previas de la defensa de Marta, Mireia, Oleguer y Pere Pujol Ferrusola, que ejerce el abogado Pau Ferrer, este último ha negado el delito de blanqueo de capitales del que están acusados, además del de asociación ilícita.

Al respecto, el letrado ha señalado que se ha vulnerado su derecho a la defensa por la falta de concreción de la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales, que no individualiza movimientos de fondos hacia cuentas andorranas posteriores a 2004, no aclara cuál es el antecedente delictivo ni la procedencia del dinero, cuyo "origen es desconocido", por lo que ha pedido su absolución.

El abogado ha aportado como prueba una investigación periodística de 1985 que señala al abuelo, Florenci Pujol, como poseedor de una fortuna vinculada a actividades empresariales y que figura en un listado de personas "sancionadas o investigadas por tenencias de activos en el extranjero" para argumentar que los fondos proceden de la herencia.

También ha aportado las declaraciones tributarias anteriores a la revalorización fiscal en 2014 para acreditar "la inexistencia de conocimientos financieros" por parte de los hermanos a los que representa, que se enfrentan a 8 años de prisión.

Ante la cuestión, el magistrado sospecha que el "patrimonio desmedido" del clan Pujol fue conseguido a través de actividades ilícitas; presuntas mordidas a cambio de adjudicaciones o recalificaciones urbanísticas.