El megacohete Starship de Elon Musk llega a la órbita terrestre pero luego explota y cae en el océano
Elon Musk reconoce en X que el cohete Starship tuvo una fuga de fuel
El cohete del magnate fracasa en su noveno vuelo de prueba tras un despegue exitoso, después de que SpaceX perdiera el control
El megacohete Starship, de la empresa SpaceX del magnate Elon Musk ha vuelto a caer en el Océano Índico en pedazos, poco después de alcanzar la órbita terrestre y explotar . El multimillonario, que ha prometido que esta nave permitirá llevar al hombre a Marte, tuvo que admitir en X que perdió combustible en su noveno vuelo de prueba que terminó en un estallido.
El lanzamiento fue retransmitido por vídeo en directo, con una cuenta atrás que se paró durante varios minutos hasta que a las 19:37 hora local (23:30 GMT) la nave despegó desde Starbase, la base recién nombrada ciudad cerca de Brownsville, en la frontera con México.
La compañía, media hora después del despegue informó que el cohete no regresaría a Tierra, como estaba previsto.
El cohete, el más grande y potente que se ha fabricado, tenía una altura de 121 metros y fue construido en dos partes: el propulsor Super Heavy, impulsado con 33 motores Raptor y que por primera vez se reutilizaba tras una prueba anterior, y una nave espacial de segunda etapa, esta última a la que se llama Starship.
El despegue fue exitoso pero terminó explotando tras perder el contacto con la Starship
El despegue fue exitoso, teniendo en cuenta que las dos últimas pruebas terminaron en explosión pocos minutos después, pero lo que al principio parecía un triunfo se deshizo. Sobre las 20:32, la empresa perdió contacto con una nave que ya daba vueltas y parecía tener la capacidad de orientación averiada.
El responsable de comunicación de SpaceX, Dan Huot, uno de los presentadores del acontecimiento presentado como una película, atribuyó a "fugas" de combustible la "pérdida del control de altitud", necesario para orientarse en su reentrada en la atmósfera terrestre.
Aparte de eso, el cohete no pudo abrir un portón por el que se iban a desplegar en órbita por primera vez varios satélites simulados de Starlink, uno de los objetivos de la misión, además de supervisar los escudos que protegen a la nave de las altas temperaturas.
Elon Musk reconoce en X que el cohete Starship tuvo una fuga de fuel
"Starship consiguió llegar a la separación programada del motor de la nave, así que es una gran mejora respecto al último vuelo", resumió Musk en X, y reconociendo que la fuga de fuel provocó una pérdida de presión en el tanque que desembocó en su fracaso.
"Como si el vuelo no fuera lo suficientemente excitante, el Starship ha experimentado un rápido desmontaje imprevisto", según contó la empresa en la red social X, a lo que añadió que el éxito es fruto del aprendizaje y que la prueba ayudará a "mejorar la fiabilidad" del cohete.
Aun así, el magnate, que planea centrarse más en sus negocios tras su polémica participación en el Gobierno de Donald Trump como líder de eficiencia, se mostró optimista y adelantó que los próximos tres vuelos estarán menos espaciados, «uno cada 3 o 4 semanas».
La idea de colonizar Marte: la idea que Elon Musk ha vendido al mundo
Musk ha vendido la idea a Trump y en sus redes de que, la Starship, es la nave con la que la humanidad podrá "colonizar" Marte, un planeta en el que solo han aterrizado 18 misiones espaciales, todas ellas no tripuladas.
El magnate, antes del lanzamiento, en una entrevista con el medio Ars Technica mostró su confianza en haber resuelto los problemas de los últimos dos vuelos de prueba y sostuvo que lo "más importante son los datos para mejorar el diseño de las placas" en las siguientes naves. La realidad ha sido diferente y el cohete ha vuelto a caer en el océano.
La Administración Federal de Aviación (FAA), bajo presión por el recorte de fondos que pende sobre su futuro, informó posteriormente tener conocimiento de una "anomalía" en la misión y aseguró que estaba colaborando con SpaceX. También descartó que hubiera daños materiales o personales a causa del fallo y la desintegración del cohete.
La FAA dio luz verde la semana pasada para que SpaceX aumente su número de vuelos de prueba hasta 25 por año, a pesar de las críticas de grupos ambientalistas.