Tener, cuidar y educar a un hijo es una de las responsabilidades más complejas y delicadas que existen para cualquier padre o madre. Este proceso exige una presencia permanente, tanto física como emocional, además de entrenar y tener la capacidad de saber cuándo intervenir, cómo hacerlo y hasta qué punto permitir algunas conductas de los niños.

Expertos en desarrollo infantil coinciden en que los límites a establecer en un niño, sean más o menos estrictos, son significativamente más efectivos cuando se establecen desde la comprensión en lugar de imponerlos en contra se su voluntad. Durante los primeros años de la infancia, los menores aprenden no solo a través de las palabras, sino también mediante los gestos y la imagen y comportamientos de los adultos que los rodean y los cuidan.

Es por todo ello por lo que es importante y fundamental fijar normas básicas desde edades tempranas para que los niños comiencen a identificar y diferenciar los comportamientos erróneos de los que sí son buenos. Para ello hay que recalcar que no es necesario recurrir al castigo, ni al alzamiento de la voz, ni a la amenaza, sino que basta con poner los límites de forma coherente para que los niños los comprendan.

Así lo ha hecho el doctor Baibing Chen, neurólogo de la Clínica Mayo y conocido por mostrar sus conocimientos a través de sus redes sociales con el usuario @doctor.bing. En un video que se ha hecho viral, el especialista ha compartido las tres prácticas que tiene estrictamente prohibidas para sus hijos. Según explica, las tres prácticas están relacionadas con situaciones que pueden tener un impacto en el cerebro o el sistema nervioso.

El doctor comienza su vídeo con su primera prohibición. "En primer lugar, no dejo que mis hijos corran con el cepillo de dientes en la boca", explica. Por su experiencia clínica, "he visto varios casos de niños que tropiezan y sufren lesiones graves". "Cuando un niño se cae con un cepillo de dientes o cualquier objeto en la boca, puede penetrar la faringe y, en el ángulo correcto, puede lesionar la arteria carótida interna que corre justo detrás de ese espacio", comenta el doctor.

El especialista advierte que este tipo de accidentes y hábitos, aunque puedan no parecer graves o importantes, pueden tener consecuencias mucho más serias de lo que se percibe a simple vista. "Esta arteria irriga el cerebro y, si se forma un coágulo o se desgarra, puede bloquear el flujo sanguíneo al cerebro y causar un ictus", concluye.

El siguiente punto tiene que ver con el consumo de un medicamento llamado Pepto Bismol. "En segundo lugar, no recomiendo tomar demasiado Pepto Bismol. Se suele usar para problemas estomacales y, aunque es seguro en dosis cortas, usarlo durante períodos prolongados o en dosis altas puede ser peligroso", comenta Chen. "Esto se debe a que el bismuto es un metal y, cuando se acumula en el cuerpo, puede llegar al cerebro, donde puede interferir con la comunicación entre las células cerebrales e incluso afectar la producción de energía".

Por último, "no ignoro las posibles complicaciones neurológicas de la culebrilla, especialmente cuando afecta la cara", especialmente cerca de los ojos. En estos casos, el virus VZV "puede viajar a través de los nervios e infectar las paredes de las arterias cerebrales, lo que causa vasculitis, que es la inflamación y el estrechamiento de los vasos sanguíneos". Esto provoca la formación de coágulos y el aumento del riesgo de accidentes cerebrovasculares. Por todo ello, recomienda prevenirlo con la vacuna del herpes zóster.

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