Impuestos y tasas que cambian en 2026: Madrid cobrará el IVTM por la etiqueta medioambiental y no por potencia

Madrid tratar de evitar la deslocalización de las flotas empresariales bonificando al 50 % a los vehículos empresariales menos contaminantes
Madrid, la ciudad que más impuestos cobra a sus ciudadanos: 1.000 euros por habitante
Las políticas medioambientales están llevando a las administraciones locales a modificar la fiscalidad en aspectos tan importantes como la tasa de basuras o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). En su informe anual sobre ejecución presupuestaria y cuentas de 2024, el Ayuntamiento de Madrid reconoció un descenso en lo recaudado por este impuesto que alcanzó los 140 millones de euros, 386 euros menos que en el ejercicio anterior. Para tapar esta sangría económica, la corporación presidida por el popular José Luis Martínez-Almeida ya ha anunciado un importante cambio en la configuración de esta tasa que a partir del 1 de enero de 2026 tendrá en cuenta la etiqueta medioambiental y no el tipo de motor o el carburante que emplee.
Madrid reconoce que esta pérdida en la recaudación se debe "al incremento de vehículos bonificados por baja contaminación y a la disminución del número de vehículos de mayor potencia fiscal", una bajada que contrasta con el superávit reconocido de 483 millones de euros y un remanente de tesorería de 754 millones en las cuentas de 2024.
Pagar más por contaminar más
Por ello, a partir del 1 de enero de 2026, los residentes en la capital pagarán el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), el conocido como 'numerito', no según el tipo de motor y carburante sino en base a las etiquetas ambientales, como recogen las nuevas ordenanzas fiscales para 2026 que se encuentran actualmente en fase de tramitación.
El objetivo perseguido pasa por "reducir la contaminación generada por los vehículos de motor". Esta será "una medida pionera en España" al cambiar el criterio para aplicar las bonificaciones de este tributo y supone modificar el actual modelo basado en el tipo de motor y carburante utilizando en su lugar los distintivos ambientales, las etiquetas, que describen mejor lo que contaminan los vehículos.
Así se coordinan los criterios utilizados en el IVTM y la tasa SER (Servicio de Estacionamiento Regulado), que se basa en las etiquetas de los vehículos, y se ajustan algunos casos concretos como ocurre, por ejemplo, con los híbridos enchufables, que tienen una bonificación distinta en función de si su autonomía eléctrica es mayor o no a 40 kilómetros.
Igualmente, se incorpora una bonificación específica del 50 % a los vehículos menos contaminantes de las grandes flotas (CERO, ECO Y C), propietarias de miles de vehículos que circulan diariamente por la ciudad, siempre que matriculen sus vehículos en Madrid y renueven anualmente un porcentaje de estos por otros con etiquetas menos contaminantes. Con esta medida "se pretende combatir la deslocalización de las flotas de vehículos que operan en la capital, pero están matriculados en otros municipios".
Cambios en las distintivos de la DGT
Este cambio, juntos a otros que ya están poniendo en marcha otros ayuntamientos, como el de Barcelona, se acelerarán en los próximos meses de la mano de la nueva Ley de Movilidad Sostenible en pleno debate en el Senado tras haber superado su paso por el Congreso de los Diputados.
La norma obliga a revisar y actualizar el sistema de etiquetas medioambientales de la DGT, trasladando la clasificación desde una base puramente tecnológica a una evaluación más ligada a las emisiones reales y la evolución tecnológica de los vehículos.
El impacto en los nuevos vehículos puede ser importante al tener en cuenta factores más estrictos de respeto medioambiental. Así,
- Los híbridos enchufables: Podrían perder la etiqueta CERO si su autonomía eléctrica es inferior a 40 km, o pasar a la ECO si está entre 40 y 90 km (WLTP). Sin embargo, si superan los 90 km, podrían mantener la CERO.
- Los híbridos ligeros (microhíbridos): Podrían perder la etiqueta ECO.
- Los coches eléctricos 100%: Mantendrán la etiqueta CERO.
Pendientes de que la nueva ley complete su tramitación parlamentaria, está previsto que el nuevo sistema esté definido antes de mayo de 2026, con una entrada en vigor progresiva.
Los conductores que ya dispongan de un vehículo con su correspondiente distintivo medioambiental de la DGT pueden estar tranquilos ya que el cambio no les afectará a no tener carácter retroactivo, afectando solo a aquellos matriculados a partir de la entrada en vigor de la nueva normativa.
