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Las orugas de lagarta peluda condenan a muerte todo un bosque de pinos en Vizcaya

Un bosque vizcaíno
Un bosque vizcaíno.. Diputación Foral de Bizkaia
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BilbaoPinos marchitos, sin follaje y ni rastro del verdor que lucieron antes del ataque. Así se encuentra un bosque de 7.000 pinos en cabo Matxitxako. Convertido desde 2024 en alimento para las sagaces orugas de ‘Lymantria dispar’, más conocida como lagarta peluda. El insecto ha ocasionado importantes daños en la vegetación, tal y como destaca en un informe técnico la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, elaborado a petición de la Diputación vizcaína.

Poco acostumbrados por estos lares a su presencia, esta oruga está considerada en España como el segundo defoliador más importante de masas forestales. Suele decantarse por alcornoques, encinas y robles, pero en el caso de Vizcaya, sus víctimas han sido las coníferas. Este insecto se alimenta de yemas y hojas tiernas del brote en los primeros estadios, produciendo la caída prematura de las hojas.

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Vizcaya ha batallado durante los últimos meses para evitar que la lagarta peluda acabara con un bosque de pinos en el monte Sollube, en Bermeo. Sin embargo, la lucha ha acabado con el insecto como claro vencedor. Las orugas de esta mariposa han condenado a muerte a cerca de 7.000 pinos, algunos con 56 años de edad, que deberían ser talados, tal y como aconseja el informe, porque su situación es “irreversible” y para evitar “la propagación”.

La extensión afectada asciende hasta casi las 28 hectáreas, de un terreno propiedad de la Diputación Foral de Bizkaia, que deberá decidir si finalmente se realiza la tala. La Asociación de Forestalistas de Bizkaia ha sido la encargada de realizar el informe, a petición de la institución foral, en el que fechan el inicio del ataque en 2024 y la situación actual de los árboles, que califican de alarmante.

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Su consejo es talarlos para evitar una serie de peligros, entre los que destacan dos. Por un lado, la propagación a otras zonas boscosas del territorio de este insecto y por otro, que los pinos secos se conviertan en combustible en caso de incendio forestal.

Historia de la lagarta peluda

La 'Lymantria dispar' es un lepidóptero cuya distribución natural abarca gran parte de Europa, Norte de África y Oriente Medio, habiendo sido introducido en la costa este de América del Norte en el año 1869.

En España, según detalla en su web la Junta de Andalucía, está considerado como el segundo defoliador más importante en masas forestales, causando un considerable daño en bosques de quercíneas, principalmente en Quercus suber, L. y Quercus ilex, L., aunque su carácter polífago hace que en caso de plaga y falta de comida defolie el matorral que acompaña a esas masas.

Las orugas se alimentan de yemas y hojas tiernas del brote en los primeros estadios produciendo defoliaciones parciales o completas. Como consecuencia de estos daños, se produce la pérdida de fructificación, un menor espesor suberoso y leñoso formado en el año del ataque, la exfoliación del corcho así como una mayor dificultad de extracción de panas de corcho, además de provocar perturbaciones en los procesos fisiológicos del árbol. Los daños revisten especial gravedad cuando el ataque se repite en los ciclos vegetativos siguientes, llevando a una destrucción total de las hojas, dado que el árbol se debilita y lo predispone al ataque de insectos.

Entre los ataques de mayor gravedad de la “lagarta peluda” en nuestro país se destacan los producidos a final del siglo XIX en Salamanca, los años 1922 y 1923 en Córdoba y el año 1932 en las provincias de Madrid, Toledo, Cáceres y Badajoz. Desde el año 1953 se han observado ataques cíclicos en los alcornocales de Cádiz y Gerona, y en los encinares de Salamanca, Zamora, Toledo, Ávila, Madrid, Valladolid y la isla de Menorca (Baleares).

Esta periodicidad cíclica en su dinámica de población ha quedado constatada a escala europea. Este ciclo dura aproximadamente diez años en los que durante los primeros siete años pasa de la fase inofensiva a la fase perjudicial y se suponen otros tres años más de persistencia como plaga. Las causas de esta fluctuación están en relación con el comportamiento del complejo de predadores y parásitos asociados, con el tipo y calidad de alimentación y con los factores ambientales existentes.