OLA DE INCENDIOS

Los incendios dejan una ola de cancelaciones en el turismo rural de Galicia: "Nadie vendrá a visitarnos"

Incendio en A Pobra de Brollón. EUROPA PRESS
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OurenseLa ola de incendios que lleva sufriendo Galicia desde hace más de dos semanas está golpeando también al turismo, especialmente al turismo rural y a los alojamientos situados en zonas donde ha habido incendios en el entorno. Hasta 40 cancelaciones se han recibido en algunos establecimientos, según confirma Cesáreo Pardal, presidente del Clúster del Turismo de Galicia, lo que supone más de 6.000 euros en pérdidas.

Las zonas más afectadas son también las que lideran el ranking de hectáreas arrasadas por el fuego. Los alojamientos de Ourense y algunas zonas de Lugo son los que más han sufrido esta caída en las reservas. Los días más complicados fueron los que el transporte por tren estaba paralizado. Una semana sin trenes en entre Galicia y Madrid tuvo como resultado la imposibilidad de movimientos, de ida y de vuelta: muchos turistas no tenían manera de llegar a Galicia, mientras que otros tuvieron que alargar algunos días la estancia porque no tenían posibilidad de volver.

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Beatriz Novoa, gerente Hotel Río Miño en Ourense, cuenta que han tenido muchas cancelaciones estos días, en torno al 30 por ciento de las plazas, sobre todo durante los días más complicados. “Algunos porque no podían llegar al no haber tren y otros por miedo a los incendios y el humo, nos decían” cuenta. En su establecimiento, fueron flexibles dada la situación y han cancelando gratis muchas de las estancias reservadas. Por otro lado, y paradójicamente, pudieron recuperar alguna estancia con la gente que no se podía marchar al no tener tren “y alargaron su estancia”, recuerda.

Las calles de Ourense comienzan a recuperar el ritmo habitual de los días de finales de agosto, pero comerciantes y locales coinciden en que han sido días complicados. Ana Fernández, encargada de una tienda de souvenirs, cuenta como sin el tren, apenas había turistas “muchos de los que vienen aquí, llegan en tren” recuerda. Juan Carlos Celeiro trabaja en la cafetería situada en plena Praza Maior de Ourense: “notamos mucha bajada en los desayunos, por ejemplo, los turistas que venían los días que había más humo se quedaban en el hotel y salían menos” relata.

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Rosa Dorado es guía turística en Ourense. Explica como en estas semanas le han cancelado el 90% de los tours que tenía, tanto de grupos como de viajeros individuales. “Para mí, ha acabado el verano”, lamenta y le preocupa cómo pueda afectar esto al futuro, “porque la gente viene aquí por el paisaje”.

A la espera de las ayudas que ofrezcan las administraciones para el sector

Esa misma preocupación por el futuro, la expresa Cesáreo Pardal: “el paisaje va a estar afectado durante un tiempo” recuerda. Y confía en las ayudas que pueda ofrecer la Xunta de Galicia, y que se presentarán el próximo viernes:

“Por parte de la administración, se van a implementar una serie de ayudas para estos establecimientos, estamos a la espera de que salgan esta misma semana, para que los propietarios puedan solicitarlas cuanto antes, y no solo las empresas de alojamientos, también empresas de ocio que realizan actividades en estas zonas, y que se han visto afectadas”, explica el presidente del Clúster del Turismo de Galicia.

Preocupación por el otoño y la caída de visitantes

Víctor Fernández tiene una empresa de actividades turísticas en Valdeorras, y teme que a corto plazo sí se vaya a notar el impacto en las visitas : "nadie vendrá a visitarnos para ver el estado tan lamentable en el que han quedado nuestros montes", lamenta. "A largo plazo todo depende del interés que pongamos todos en la reconstrucción", apunta y pone el foco en el tratamiento que se haga de los montes una vez pasado el tiempo necesario. Víctor echa la vista atrás recordando otros veranos parecidos, mientras sigue observando el avance del fuego que aún acecha los montes de Casaio: "Lo que nos ha pasado en Valdeorras pasó hace diez años, pasó hace tres años y volverá a pasar si a quien corresponda no pone remedio al estado de nuestro territorio", señala.

La preocupación por los próximos meses y por el otoño, una vez que el verano ya ha quedado marcado por la sombra del fuego, es habitual entre quienes trabajan cada día con turistas. “Hay que recuperar el paisaje lo antes posible para que siga siendo un atractivo para quienes vienen a nuestra comunidad” recuerda Cesáreo Pardal.