Los problemas mecánicos detectados en el helicóptero accidentado en Nueva York: el rotor fallaba desde hacía seis meses

Varios investigadores analizan los restos del helicóptero en la que murió una familia española en Nueva York. EFE
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La investigación sobre el accidente del helicóptero en Nueva York sigue adelante, mientras empiezan a salir a la luz muchos datos que cuestionan la fiabilidad de la empresa. Los buzos han podido recuperar el rotor, una pieza clave para determinar los motivos técnicos para que la nave con la familia española a bordo se precipitara al río Hudson. Una información de la periodista Yolanda

Han pasado cinco días de de la tragedia y ahora es que los buzos han encontrado el rotor del helicóptero, la misma pieza a la que hace solo hace seis meses, le detectaron un problema mecánico; se habían encontrado fragmentos de metal en el aceite de la transmisión, una evidencia de que sus componentes sufrían un desgaste.

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El rotor es la pieza clave que completa el puzzle de la situación mecánica del helicóptero, en la que los investigadores buscan respuestas, aunque la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), encargada de esclarecer lo ocurrido, ha pedido cautela para evitar especulaciones .

El helicóptero, con más de 20 años de antigüedad, no estaba equipado con sistemas de grabación, ni cámaras de vuelo. Era la nave más antigua de entre el resto de las empresas que se dedica al negocio de los vuelos turísticos en Nueva York.

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Además comienzan a conocerse detalles sobre la precaria situación de la empresa turística y el accidentado historial de su operador con varios accidentes en los últimos años por incidencias técnicas.

El propietario de la empresa, famoso por pagar mal y tarde: se declaró en bancarrota en 2019

El propietario de la empresa Michael Roth acumulaba retrasos de pagos y esa mala fama le precedía. A eso se sumaba la bancarrota que sufría la empresa, declarada oficialmente

En un expediente era calificado como un "usurero criminal" y aseguran que había discutido prácticamente con todo el mundo".

La empresa se declaró en quiebra en 2019 y tuvo que restructurarse: pasó de 30 a 13 empleados, pero siguió volando con una flota cada vez más pequeña y mucho más antigua que la del resto de sus competidores.

El año pasado le embargaron otro de sus aparatos, uno de los pocos helicópteros que le quedaban al empresario era el Bell 206 L-4, en el que Agustín Escobar subió el jueves con su esposa, Mercè Camprubí y sus tres hijos para sobrevolar Manhattan.

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