Siete detenidos por el robo en el museo del Louvre: descartan que los ladrones tuviesen "complicidad" y ayuda desde dentro

Las autoridades de París han anunciado la detención de otras cinco personas más por el mediático e impactante robo en el emblemático museo del Louvre de París, por el que ya había dos detenidos que han admitido "parcialmente su participación" en los hechos. Mientras la investigación continúa, las joyas robadas siguen sin aparecer. Por el momento, se ha descartado que los ladrones tuviesen "complicidad" o ayuda desde dentro del complejo artístico.

Parte de los arrestos han sido posibles gracias a las muestras de ADN tomadas en el robo, en el que los delincuentes implicados lograron hacerse con ocho piezas de incalculable valor tras haber perdido una novena en la huida: la corona de la Emperatriz Eugenia, que quedó muy dañada. Concretamente, se llevaron la diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; el collar de zafiros de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; los pendientes de zafiros de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; el collar de esmeraldas de la colección de la emperatriz María Luisa; un par de pendientes de esmeraldas de la colección de María Luisa; el broche conocido como ‘relicario’; el gran lazo de corsaje de la emperatriz Eugenia; y El gran lazo de corsaje de la emperatriz Eugenia.

La Policía de París estrecha el círculo sobre los ladrones del Louvre

Las cinco nuevas detenciones han sido anunciadas por la propia fiscal de París, Laure Beccuau, quien ha explicado a RTL que se han llevado a cabo en Seine-Saint-Denis y la propia ciudad de París, precisando que los registros realizados aún no han dado con las joyas robadas.

De las cinco nuevas detenciones, y como sucediese con los dos arrestados inicialmente, "uno de ellos era objetivo de los investigadores" porque ya contaban con "pruebas de ADN" que, según ha explicado la fiscal, lo "vinculan con el robo". De hecho, creen que era él uno de los dos motoristas presentes durante el atraco.

Su detención, precisamente, es la que habría llevado a la de los otros nuevos sospechosos, siendo todos ellos trascendentes para la investigación porque consideran que pueden revelar información clave sobre cómo se produjeron exactamente los hechos.

A ese respecto, precisamente, los primeros dos detenidos declararon ayer y admitieron "parcialmente" su "participación en los hechos" tras pasar 96 horas detenidos. No obstante, la fiscal Laure Beccuau, tal como recoge Le Parisien, ha puntualizado que no confesaron "espontáneamente" los cargos que se les imputan y que sus declaraciones fueron aparentemente "mínimas en comparación con lo que consta en el expediente". Así, uno de estos últimos admitió haber estado presente en el lugar del robo, aunque la fiscal no ha precisado si admitió también, o no, haber estado en la Galería Apollo, donde materializaron el robo.

Los dos primeros detenidos del caso, según ha detallado Beccuau, no estarían relacionados con "la élite del crimen organizado", dados sus antecedentes penales. Uno tiene 34 años, doble nacionalidad franco-argelina, y antecedentes por robo y tráfico de estupefacientes. Fue arrestado antes de coger un vuelo a Argelia. El otro, de 39, es francés, operaba con licencia de taxista y también tenía antecedentes.

Ahora, con la detención de cinco personas más, sobre los cuales no se ha querido dar mayores detalles sobre sus perfiles, al no descartarse más implicados y continuar la operación en curso, la Policía francesa busca estrechar el círculo en la búsqueda de las joyas robadas.

Un botín estimado en 88 millones de euros, pero de incalculable valor histórico

El botín del robo que lograron llevar a cabo entre la estupefacción de toda Francia –y más allá– se ha estimado en unos 88 millones de euros, pero las joyas realmente representan un valor histórico y cultural verdaderamente incalculable.

"Quiero mantener la esperanza de que sean encontradas y puedan ser devueltas al Museo del Louvre", ha manifestado la fiscal parisina, pero la realidad es que pensar en esa posibilidad todavía parece compleja. Tras un robo así, según expertos, lo normal es que las mantengan durante semanas o meses sin que haya ningún rastro de ellas.

Por sus características únicas, son más que reconocibles como para acabar en una subasta, por lo que su destino, por parte de los ladrones, podría pasar por su separación en piezas para vender sus miles de diamantes y sus esmeraldas por separado.

“Lo más habitual es que se dejen dormir durante un tiempo hasta que puedan colocarlas”, explicaba Miguel Ángel Espada, jefe del Grupo II de la Brigada de Patrimonio Histórico de la UDEV, en declaraciones a Informativos Telecinco.

No obstante, la fiscal Laure Beccuau mantiene la esperanza: "Todavía hay tiempo para devolverlas".

Máxima vigilancia en Francia para dar con las joyas robadas

En la búsqueda de las joyas, en Francia se mantiene un exhaustivo operativo especial mientras la investigación continúa avanzando. El suceso, propio de una película, dejó al descubierto la vulnerabilidad del museo más visitado del mundo, lo que más allá de causar una importante indignación en Francia y un terremoto político, ha hecho del caso uno muy personal y prioritario para las autoridades francesas.

Tras el atentado contra el patrimonio histórico, el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó públicamente su promesa de llevar a los responsables "ante la Justicia" y "recuperar" las joyas.

Al respecto, la fiscal parisina Laure Beccuau ha señalado que también se ha solicitado la colaboración de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales, que está realizando una máxima vigilancia a cualquier movimiento extraño relacionado con las piezas robadas.

"Esta oficina está examinando actualmente todo el mercado legal de obras de arte y, además, cuenta con varios mercados paralelos que, gracias a su especialización, puede explorar, por lo que también mantenemos un alto grado de vigilancia en este ámbito", ha precisado.