Que fue de Anthony Blake, el único vidente que acertó la Lotería de Navidad en 2002
Aunque es un truco que está rodeado de escepticismo, Blake acertó en 2002 que el número del Gordo sería el 08103
Cómo convertirse en mentalista a los 50: "La edad no importa, pero necesitas perseverancia, estudio y mucha práctica"
En plena vorágine del Sorteo de Navidad, cuando los españoles buscan supersticiones, rituales y hasta recomendaciones de pitonisas para elegir su número, hay un nombre que resurge inevitablemente: Anthony Blake. El mentalista asturiano fue protagonista de uno de los episodios más recordados, y discutidos, de la historia del sorteo.
El mentalista realizó su predicción en el centro comercial La vaguada de Madrid. Así, escribió su predicción en la primera página de su libro 'Tu poder intuitivo'. Después metió el libro en una caja de madera cerrada con tres llaves. Blake se quedó con una de las llaves, otra fue para Mar Saura, presentadora del programa de Antena 3 que servía de paraguas para el reto, y otra se quedó en manos de un responsable de la empresa de seguridad Securitas Direct. Después la caja se metió en una urna de cristal que se quedó en el centro comercial expuesta al público, mientras estaba custodiada por dos vigilantes de seguridad.
Todo esto mientras estaba grabado non-stop, por una cámara, para que no hubiera el más mínimo resquicio para la duda. Todo ello culminaría el día del sorteo, cuando Blake reveló que había apuntado, efectivamente, coincidía con el del gordo de aquel año, el 08103. Desde entonces, el relato de ser “el único vidente que ha acertado el Gordo de la Navidad” se ha instalado en la cultura popular, aunque no esté exento de cierta dosis de escepticismo.
De los escenarios a la televisión
Anthony Blake, cuyo nombre real es José Luis González Panizo, nació en Oviedo en 1955. Su carrera comenzó en los años 70 como mentalista de espectáculos y pronto se convirtió en un habitual de la televisión española. Su estilo, siempre sereno, elegante y cargado de misterio, lo llevó a intervenir en programas múltiples programas, como Un, dos, tres…, Crónicas Marcianas o El Hormiguero, consolidándose de esta manera como uno de los grandes ilusionistas del momento.
Pero fue aquel 22 de diciembre de 2002 el que marcó su consagración mediática. Ese aparente milagro, el de acertar qué número nos daría el bombo en el Sorteo Extraordinario de Navidad, fue el culmen de su carrera. Para muchos, resultaba una muestra de su talento extraordinario. Para otros, puro ilusionismo.
“Ese número puede predecirse con magia, pero no con matemáticas”, contaba 20 años después, recogiendo la polémica en torno a su hazaña. La probabilidad de acertar el número exacto entre 100.000 combinaciones sigue siendo de 0,001%, por lo que su supuesta adivinación sigue envuelta en dudas.
El ocaso mediático y el giro hacia el coaching
Tras años de éxito televisivo, Anthony Blake se fue alejando progresivamente del foco. En la actualidad reside en la Comunidad de Madrid, y ha reorientado su carrera hacia el desarrollo personal. Bajo el nombre de “Método Blake”, ofrece conferencias y sesiones de coaching centradas en la creatividad, la intuición y el control mental. Su mensaje ha evolucionado del “nada es imposible” al “todo está en ti”. Ayudo a superar la ansiedad, el estrés, el miedo, la falta de sueño, la inseguridad o la angustia. A mí me ha funcionado para ser más creativo, para encajar las cosas o saber decir ‘no’”.
En la actualidad vive más alejado de la televisión que lo encumbró, pero Blake aún así, mantiene una presencia selectiva en redes y eventos, aunque no parece contar con aspiraciones de regresar al primer plano televisivo que lo hizo famoso. Ahora prefiere trabajar con pequeñas audiencias o en sesiones individuales. Según declaró en una entrevista reciente, “los grandes escenarios pueden ser muy vacíos si no hay conexión personal”.
La realidad es que, más allá de su espectacular actuación de 2002, Blake no ha vuelto a protagonizar un acierto documentado en el sorteo de Navidad (aunque sí que lo ha intentado adivinar, como en 2023, que vaticinó el 09754 como ganador, pero el décimo premiado con el gordo fue el 88008. Él mismo ha defendido en múltiples entrevistas que no se considera un vidente, sino un mentalista. “Trabajo con la sugestión, la atención, la deducción lógica. No leo el futuro. Leo a las personas”, explicó en una ocasión.
Veintitrés años después de su célebre predicción, Anthony Blake sigue siendo una figura de referencia para quienes buscan algo más que azar en el bombo navideño. Su mezcla de misterio, elegancia y provocación intelectual le permitió ganarse un lugar único en el imaginario colectivo. Puede que no haya acertado el Gordo más de una vez. Pero sin duda, se llevó su propio premio: convertirse en el rostro del “todo es posible” cada Navidad.